lunes, 6 de abril de 2015

Eugenio de Mora, renacer en Las Ventas.

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid.
Corrida del Domingo de Resurrección. Así lo han contado los medios.

Salió el toro de Madrid y vimos el toreo bueno. Para que luego intenten colarnos los taurinos y sus acólitos mediáticos el fraude del becerro con el argumento de que es el que "sirve". Y con el toro, Eugenio de Mora ha dado un auténtico recital. Al tremendo ejemplar de violencia y tarascadas que abrió plaza se cruzó de lo lindo y cuajó el derechazo profundo y el natural firme. Pero en el cuarto, de bella lámina, encandiló con un toreo relajado, de belleza singular en los naturales relajadísimos y una tanda de redondos majestuosa, venciendo con temple la poca fuerza del toro. Oreja de mucho peso que en San Isidro, con un público más festivalero, habrían sido dos.
Pepe Moral ha tenido la suerte de espaldas, con un lote infumable, pero dejó una estocada para el recuerdo en su primer toro.

Otro artículo (de La Vanguardia).- Oreja para Eugenio de Mora, que reverdece laureles en Las Ventas.
No existe mejor día en el calendario que un Domingo de Resurrección para renacer, taurinamente hablando, y demostrar que cuando se lleva el toreo bueno dentro no se olvida nunca por muchos años que pasen en el ostracismo.
Eugenio de Mora resucitó hoy en Madrid, y no sólo porque cuajara al único toro con opciones de un deslucido encierro de Martín Lorca, al que cortó una oreja, sino porque volvió a mostrar el concepto que enamoró a finales de los 90 y que hoy reverdeció laureles en la misma plaza que le encumbró hace ya 20 años.



Ficha del Festejo

Toros de Martín Lorca (primero, cuarto y quinto) y Escribano Martín (segundo, tercero y sexto). Desiguales.

Eugenio de Mora, ovación / oreja.
Pepe Moral, ovación / silencio.
Víctor Barrio, silencio / vuelta al ruedo tras petición.


Incidencias.- Casi media plaza. 

Galería 




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