El empresario taurino Jorge Buendía
remite este comunicado con el ruego de su publicación ante la de algunos
reportajes y comentarios suscitados por
la despedida del toreo de bombero torero en Almodóvar del Campo el próximo
viernes día 15 tras casi un siglo de torería.
Como hombre del toro tanto en mi época de luces como ahora en mi
faceta de empresario taurino, me han enseñado a admirar y respetar a todos
aquellos que han practicado con grandeza una u otra tauromaquia.
Como aficionado taurino
"El Bombero Torero" y resto de espectáculos cómicos forman parte de
mi primera cultura taurina.
Siempre he considerado digno de
encomio el conocimiento de las suertes, la
naturalidad, el saber estar, la ternura, la guasa sana que el
espectáculo cómico-taurino ha sido capaz de manejar para conseguir lo más
difícil y lo más bonito del mundo: La sonrisa de un niño, muchos estos niños
además se hacían aficionados al conocer el torero cómico.
Entiendo que los tiempos han
cambiado, la sociedad rural y de supervivencia se ha transformado en una
sociedad con tabús distintos, alejada de los problemas reales, más hipócritas y
urbanos. Quizás los enanitos toreros es un anacronismo que muere simplemente
porque tenían que morir. Lo acepto y solo quiero mostrarle mi agradecimiento a
esta gente grande por tantos años de dedicación al espectáculo taurino,
espectáculo por donde han pasado muchos aspirantes a figura del toreo y alguno
que lo ha sido como Espartaco o Manolete.
Algo no comprendo cuando se
presenta como indigno o humillante dar a
ganar un sueldo a aquella persona que se ofrece para hacer aquello que le
gusta. Ellos siempre se han considerado profesionales y en esa vis cómica han conseguido sentirse
toreros durante toda su vida, formando piña, rematando muchas ferias y
generando recursos económicos alrededor de la tauromaquia.
Cuando hablé con Rafael Celis y me explicó que se quitaba de esto
sentí que como aficionado, como profesional y como empresario debía dar la
oportunidad de que se despidieran donde tantas tardes han disfrutado y hecho
disfrutar poniendo el "No Hay Billetes": una plaza de toros y les
ofrecí mis plazas para que tuvieran la digna despedida que se merecen.
Nada más lejos de mi intención
que polemizar con aquellos que han atacado a la tauromaquia o a mí
personalmente haciendo una lectura extemporánea de la figura de los toreros
cómicos, afectados por acondroplastia o no, yo nunca los he distinguido. El
único motivo de este comunicado es
mostrar toda mi admiración para que estos toreros que hicieron de la necesidad
virtud, se sientan arropados por un mundo al que han aportado todo lo que
tenían, que siempre ha sido mucho… Para todos nosotros ha sido un orgullo que
hayáis estado tanto tiempo anunciados en todas las plazas de toros del mundo. Y
siempre, siempre, nos hemos reído "con" vosotros y nunca nos hemos
reído "de" vosotros.
Solo me queda desearos suerte y
deciros que sois de los nuestros. TOREROS.
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