Un 23 de marzo de hace 39 años, el Onubense Miguel Conde Garrido debutaba con Caballos en la Plaza Monumental de Toros de Huelva.
Ante reses de D.Manuel, Dña. Pilar y Doña María Sánchez Cobaleda, compartía cartel con Gabriel Puerta y Manuel Ruiz "Manili".
Gracias a los aficionados y cronistas podemos tener acceso a ambos documentos.
El conocido hombre del toro Manolín Prieto, nos muestra el cartel de esa tarde. Cartel que guarda y retiene en su archivo Pepe Plaza.
En el apartado de la crónica del Festejo, esto es lo que nos contaba Vicente Parra:
Sin duda alguna, pocas cosas
quedaron de este festejo, en el que lo más destacado, además de la actuación de
Manuel Ruiz “Manili”, fue el debut con los del castoreño del novillero onubense
Miguel Conde, cuyas ilusiones se estrellaron con el mal juego de las reses que
salieron al ruedo de la Monumental choquera, en cuyos tendidos hubo muy poco
público, pese a la bondad climatológica de la jornada, pero, en aquella tarde,
los onubenses prefirieron seguir los desfiles penitenciales del Domingo de
Ramos.
La empresa había elegido un
encierro con el hierro salmantino de Sánchez Cobaleda, con procedencia inicial
de Veregua y Santa Coloma, aumentada con reses de Francisco Sánchez (Coquilla).
Pero las reses carecieron de fuerzas y se llevaron las ilusiones de la terna de
novilleros.
El primero de la tarde fue soso
y blanco; el segundo tuvo solo media arrancada; el tercero fue el mejor del
encierro, con una embestida alegre; el cuarto fue muy incierto; el quinto, que
tenía dos pitones, mostró demasiado apego a las tablas y el que cerró plaza no
tuvo fijeza. En suma, una novillada floja y que no satisfizo a ningún de los
actuantes.
Abrió plaza el sevillano
Gabriel Puerta que no se entendió con su primero, que le avisó en varias
ocasiones hasta llegar a prenderle, afortunadamente sin consecuencias. Con la
zurda logró sus mejores momentos pero sin llegar a calentar los tendidos, y, al
matar pronto de una estocada corta, dio la vuelta al ruedo. Con el otro, Puerta
no se acopló, llevando a cabo un largo e insulso, además de vulgar, trasteo,
sin llegar a emocionar a los escasos espectadores. Lo mejor de su actuación fue
la estocada con la que acabó con su enemigo, siendo silenciado por el
respetable.
El triunfador de la tarde fue
Manili, que totalizó tres orejas y salió a hombros por la Puerta Grande después
de haber expuesto un variado repertorio, con una mezcla de toreo clásico y de
tremendismo. Asentado en la arena, sacó pases muy lentos entre las ovaciones
del público que pasaba del “ay” al “olé”. También demostró sus conocimientos al
torear muy cerca de las tablas al quinto de la tarde, pasándoselo muy cerca de
su cuerpo entre la emoción de los tendidos. Además mostró muy buenas maneras en
el manejo de los aceros y cortó dos orejas a su primero y otra en el quinto.
Miguel Conde con Emilio Silvera(hijo) que sigue los pasos de su padre. |
Los triunfos alcanzados en
festejos anteriores le sirvieron a Miguel Conde para presentar con caballos,
pero el onubense no tuvo suerte con el lote que le correspondió y eso que se le
esperaba con muchas esperanzas por parte de los aficionados locales.
En su primero, el mejor novillo del encierro,
alcanzó sus mejores momentos en una serie de toreo al natural, en la que corrió
muy bien la mano, pero su quehacer, en líneas generales, careció de ligazón y
unidad que, unido al mal manejo de los aceros, hizo que todo quedara en una
vuelta al ruedo. Quiso enmendar la plana en el último de la tarde, al que citó
rodillas en tierras, siendo atropellado.
A partir de ahí, Miguel Conde
perdió la confianza ante un novillo que en nada le ayudó.
Lo mejor del festejo estuvo en
la brevedad por cuanto tan solo hora y media duró el espectáculo, posibilitando
que los espectadores pudieran contemplar los desfiles penitenciales de la
jornada, aunque, por desgracia, no se hablara de toros por cuanto el
espectáculo, salvo la actuación de Manuel Ruiz “Manili”,dejó pocas cosas de
interés.
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