Como los partidos de Fútbol, la última de San Isidro tuvo dos partes, una primera sosa e inconsistente y una segunda parte vibrante y con emoción, que no dejó a nadie indiferente. El Murciano Rafaelillo estropeo la faena del cuarto con la espada del que tenía el trofeo seguro ante una faena emocionante, sin nada que hacer en su primero, que debió ser devuelto. El salmantino Castaño lo intentó con el quinto y nada tuvo en el segundo, una tarde que no recordará. El catalán Serafín Marín, tampoco tuvo suerte con el lote más grande, pesado y alto de la tarde, de la que se atisbó una luz en el último que no llego a redondear.
No comenzaba bien la tarde para el Murciano, Rafaelillo, que veía como su primero, un invalido que no tenía ni fuerza, ni recorrido, y que además fue protestado airadamente por el respetable, el presidente estimó que debía estar en el ruedo y a las primeras de cambio el toro al suelo, y el griterío en la grada ensordecedor por la no devolución del toro de Zahariche. Nada pudo hacer y abrevió.
El cuarto de la tarde, lo recibió con una larga de rodillas y desde ese instante sus miras y su tarde estaba puesta en su último cartucho, lo brindó al respetable y pronto y en la mano se fue en busca del miura para iniciar un trasteo de rodillas, para seguidamente comenzar a torear, pausado, gustándose y enseñándole los caminos a un Miura que seguía con buen aire la muleta del murciano. Unos naturales, hondos, relajado y con una enjundia que levantó el clamor de la tarde, se entendieron toro y torero en una faena redonda y bien enjaretada, de la que no se libró de un susto del que le rajó la taleguilla y salió indemne. Gran dimensión de Rafaelillo ante un Miura de nombre "Injuriado", que tuvo transmisión y en la que abrochó la faena de frente y al natural, dando el pecho y jugandose todas sus cartas. Le costó matar y lo hizo al tercer intento ante una faena de la que tenía cortada la oreja. Lágrimas de un torero que derramó por la vuelta al ruedo ante la impotencia de una labor bien enjaretado que no rubricó con los aceros.
El altón y largo segundo salió enterándose y apunto estuvo de cazar a Castaño en los primeros lances de capa, una colada con un derrote en la hombrera derecha, hacía saltar por los aires uno de los machos y desarmaba al diestro salmantino que tenía coger las de najas. Enormes los pares de Ángel Otero y Fernando Sánchez, con una lidia de Marco Galán, sublime. Ambos subalternos, Otero y Sánchez, saludaron en banderillas. Comenzaba la faena por el pitón izquierdo que aparentaba ser el mejor de los dos y le robó algún muletazo suelto a los que le faltó ligazón. Por el derecho lo intentó y se revolvía en una loseta, imposible sacarle ni un pase. Una faena que no fue tal, brevedad y a la tizona, pinchazo y estocada entera.
El quinto de la tarde, hirió en banderillas a Marco Galán en el primer para de banderillas, en una fea cogida que alarmó a todos en la plaza, rápidamente paso a la enfermería por su propio pie. El espabilado quinto, busco, espero y cazo en banderillas, no cambió su tónica en la muleta del salmantino, que veía como le buscaba y le cortaba los caminos. Se embragueto Castaño y le sacó alguna tanda por el pitón derecho de mucho mérito. Pinchazo y descabello ponían punto y final a su paso por San Isidro.
Segundo compromiso en la feria para el catalán, Serafín Marín, un cárdeno listón, el de más peso de la corrida. Grande, alto, largo y saltando, con la cara por las nubes en cada capotazo, que no dejó estirarse al catalán con el recibo capotero. Le faltaba codicia y fuerza para seguir el engaño que le mostraba Serafín, por ambos pitones le planteo cara a un Miura que no transmitía nada. Alguna tanda le recetó con suavidad y al ritmo que el toro marcaba, pero que careció de transmisión en la grada por el conjunto de la tarde hasta el momento.
El que cerraba plaza y San Isidro, "Arenoso", otro toro alto, grande y largo, meritorios pares de Banderillas de Curro Robles. Entendió Serafín al que cerraba plaza en unas series bien enjaretadas y mejor conjuntadas. Tiempo, distancia y jugando los brazos a la altura que pedía el Miura, para embarcar una faena que tuvo altibajos. Se desesperó la grada y no llegó a buen puerto su faena.
Ficha del Festejo
Toros de Miura, de variado juego, con un tercero que dio buen juego.
Rafael Rubio "Rafaelillo", silencio / silencio
Javier Castaño, silencio / silencio
Serafín Marín, vuelta al ruedo tras aviso / silencio tras aviso
Incidencias.- Rozando el lleno en la última de San Isidro. Ángel Otero y Fernando Sánchez, saludaron en el segundo de la tarde. Ovación al cuarto en el arrastre.
Parte
médico de Marco Galán: Herida por asta de toro en escroto, que
produce contusión y evisceración de testículo izquierdo. Puntazo corrido en pierna
izquierda. Contusiones y erosiones múltiples. Es intervenido quirúrgicamente en
la enfermería de la plaza de toros. Pasando al hospital San Francisco de Asís.
Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Fdo. Dr. García Padrós.
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