"NO SÉ SI ME QUEDA UNO O
VEINTE AÑOS EN ESTO, PERO AHORA SÓLO PIENSO EN DISFRUTAR DEL PRIVILEGIO DE SER
TORERO".
Ha elegido Tejada la Nueva para
la entrevista y no parece casual. Levantada en el mismo corazón de los campos
de Escacena del Campo, Tejada la Nueva es hoy lo que queda de un recinto
amurallado cuyo origen sitúan las referencias históricas en el siglo IV antes de Cristo. Es una especie de atalaya por la que ha pasado el tiempo sin
terminar de pasar del todo. Es un vestigio que ha resistido los avatares más
diversos a lo largo de los siglos: erosionado, mermado, reducido, pero en pie. "Hace
mucho que no venía por aquí, mucho. Aquí venía de niño a jugar con mi hermano y
mis amigos...", confiesa Andrés en cuya mirada hay un fondo especial estos
días. Tanto que incluso se apodera de la expresión de su rostro: más adusta,
más curtida, más profunda. Palpitan cosas en ella, es evidente. Algunas las
deja escapar con palabras. Otras, las esboza para que las entienda quien quiera
y quien pueda. Y algunas más se quedan para él, que ya llegará el momento de
dejarlas hablar. Romero mira el horizonte buscando horizontes. Respuestas.
Decisiones para su presente y para su futuro. No es un invierno más ni un
momento cualquiera: es uno de esos pasajes en la vida de los hombres que curten
y refuerzan de verdad...
Hace
ya algunas semanas que terminó la temporada y la lesión de la última corrida en
Calanda te ha obligado a permanecer más inactivo de lo que es habitual en un
torero, así que seguro que has tenido mucho tiempo para calibrar y valorar bien
lo que ha sido 2015 para ti...
- La
verdad es que sí y mi balance personal es positivo. Sobre todo porque, al final
de todo, siento que me he hecho más fuerte. Ha sido una temporada dura porque a
lo mejor no he toreado todo lo que esperaba, pero cuando lo he hecho creo que
lo he aprovechado en la mayoría de las ocasiones. Bien es verdad que hubo un
bache en Madrid, pero me siento reforzado y más convencido todavía de que lo
que quiero es torear. He pensado mucho en de dónde vengo y lo que he conseguido
y lo único que me pide el corazón y la cabeza es seguir adelante porque sé que
soy capaz de más.
Has
mencionado el bache de Madrid, que forma parte de tu temporada, pero como
también lo es la oreja de Valencia con fuerte petición de la segunda, una nueva
salida a hombros en Sevilla, las cuatro vueltas al ruedo en Mont de Marsan, el
triunfo como denominador común como refleja esa racha de once puertas grandes
consecutivas con que terminaste tu campaña...
- Sí,
pero hay veces que he sentido como si todo eso no contara, como si sólo bastara
que en Madrid no me rodaron bien las cosas y que no tuve una buena tarde. No se
le puede quitar peso a salir por la Puerta Grande en Sevilla por segundo año
consecutivo y quedarme a una milésima de la Puerta del Príncipe si no pincho al
primer toro. Ni tampoco a que sólo el palco presidencial me dejó sin la segunda
oreja en Valencia, que el público pidió con unanimidad. O llegar a Mont de
Marsan y dar esas cuatro vueltas al ruedo que dices. O volver a estar a la
altura en Huelva de esos dos monstruos que son Diego y Pablo. Yo creo que todo
esto también hay que tenerlo en cuenta, ¿no? Hay quien sólo le ha dado
importancia a lo de Madrid, que eso, por cierto, soy yo quien más lo sufrió y
lo ha lamentado en silencio todo estos meses, porque sé cómo está el toreo, lo
exigente que es, que aquí no hay tregua ninguna tarde porque los que están
arriba -que es donde yo quiero estar- no la dan, pero hay que valorar el
conjunto completo del año. He sentido a partir de San Isidro que se creaba un
entorno de negatividad en torno a mis posibilidades, que las ponía en duda...
Pero bueno, justo todo esto es lo que me ha hecho más fuerte, más firme en mis
decisiones y más convencido de que voy a cambiar y darle la vuelta a la
situación.
Hablas
de tomar decisiones y ahora te encuentras ante una de la que depende tu
presente y tu futuro inmediato. ¿Qué debe tener la persona que elijas como
apoderado para que rija tu carrera a partir de ahora?
- Busco
cercanía y crear un ambiente positivo, de confianza, que haya exigencia y
compromiso al mismo tiempo, que me ayude a mantenerme en las plazas y en las
ferias más importantes y que, juntos y día a día, seamos capaces de ganarnos
una temporada que ande entre los 25 o 30 festejos. Lo que quiero es a alguien
que luche y que dé la cara por mí como yo la doy y la voy a dar en la plaza. Un
apoderado que sea mi primer apoyo en los momentos duros, que siempre los hay
cada año. He tenido la ocasión de hablar estos días con muchos compañeros de
profesión, figuras del toreo algunos de ellos, que me han llamado para
interesarse por mi estado tras la lesión de Calanda y todos me han transmitido
mucho ánimo y, desde su experiencia, la fuerza para no dejar de trabajar y de
pelear por lo que quiero. Gente que también ha pasado por etapas de dudas y que
las han superado a base de creer, de seguir y de trabajar y que por eso ahora
están arriba del todo.
Entrevista al rejoneador Andrés
Romero, leer completa en el siguiente enlace: http://andresromero.es/al-dia/844-2015-me-ha-hecho-mas-duro-como-persona-y-mas-fuerte-como-torero.html
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