La juventud taurina de Huelva
tiene ganas de toros. De acercarse a él, de hacerlo suyo, de disfrutarlo en la
dimensión que merece lo que es extraordinario. Ha quedado claro en la primera
actividad del tercer curso de existencia del Aula Joven de la Merced. Cumpliendo con su tradición, el grupo ha arrancado en diciembre –el mes en
que nació- su nuevo programa de actividades, una serie de iniciativas que
tienden a la promoción de la Tauromaquia entre el sector más joven de la
población y que, en su primera fase, tiene contenido para los próximos tres
meses.
Así se presentó en este primer
encuentro del invierno celebrado en la Dehesa Pelegrín, en Trigueros, en las
tierras donde se extiende la generosidad probada y la hospitalidad sincera de
la familia Millares. En su casa tuvo lugar el arranque del nuevo curso del Aula
Joven, primero, con un desayuno que sirvió para presentar el conjunto de
actividades ya diseñadas hasta marzo. Y segundo, para que sus componentes
–donde, aunque joven en esencia, no caben los límites de edad ni por abajo ni
por arriba- contemplaran un tentadero de hembras y aprendieran su liturgia, su
sentido, su desarrollo y su valor. Lo torearon, como no podía ser de otra
forma, dos jóvenes toreros onubenses: Alejandro
Conquero y Emilio Silvera.
Antes de lo práctico, tuvo
lugar, en medio del desayuno brindado por la familia Millares en sus
espléndidas instalaciones, la exposición del programa de actividades preparado
para los primeros meses del año. En concreto, entre enero y marzo. Actividades
que giran en torno al eje del III Curso
de Toreo de Salón para Aficionados Prácticos que tan buena acogida tiene.
Un curso donde, de manera gratuita, todas las personas que lo deseen tienen la
oportunidad de aprender la nociones básicas del arte de torear bajo la
dirección como profesores de los profesionales taurinos de Huelva Manolo Contreras, Raúl Corralejo y Pedro
Muriel. El curso se celebrará en las
mañanas de cinco sábados consecutivos entre el 16 de enero y el 13 de febrero y tendrá el broche de dos tentaderos
a celebrar el 20 de febrero y el 4 de
marzo en dos ganaderías por determinar y que servirán para que los alumnos
del curso pongan a prueba y en práctica aquello que hayan aprendido.
Durante los cinco primeros
sábados del Curso de Toreo de Salón y en los prolegómenos de sus clases
teóricas, se insertarán dos nuevas iniciativas: son el llamado Aula Manolín Prieto y los Talleres
Formativos sobre Oficios del Toreo. Ambas se desarrollarán de forma
alterna, es decir, el Aula Manolín Prieto tendrá lugar los sábados 16 y 30 de
enero y 13 de febrero, en tanto que los Talleres se llevarán a cabo los días 23
de enero y 6 de febrero. El Aula Manolín Prieto, que es un homenaje al
inolvidable mozo de espadas onubense fallecido hace unos meses, pretende que en
cada una de sus sesiones visite a los alumnos del Curso de Toreo de Salón un
profesional taurino de distintos ámbitos que, por espacio de 30-45 minutos,
converse con los jóvenes de manera cercana y aportando sus experiencias
personales más interesantes y atractivas. Los Talleres de Formación sobre
Oficios del Toreo van a acercar a los componentes del Aula Joven de la Merced
al conocimiento de cuestiones tan reservadas sólo a quienes las realizan como
la preparación de un caballo de picar, cómo se desarrolla el tercio de varas o
cómo se viste a un torero, entre otras cuestiones. Todo ello, en conjunto,
pondrá al alcance de los jóvenes una visión cada vez más amplia sobre lo que de
verdad es la Tauromaquia en todos sus perfiles.
Tras conocer qué les aguarda en
los próximos meses, los jóvenes aficionados onubenses cambiaron el cortijo por
la plaza de tientas para disfrutar de una de las tareas fundamentales en la
vida de una ganadería. Alejandro Conquero y Emilio Silvera se midieron a dos
vacas exigentes que les pusieron a prueba y que dejaron ver cuánto están
creciendo como toreros. Un tentadero seguido en medio de un respetuoso silencio
porque se trataba de ver, de saber qué se ve y de aprender para ser cada día
mejores aficionados. Justo la esencia del Aula Joven de la Merced, donde cabe
desde César, con seis años, a Manuel, con más de setenta y que se vino a
Trigueros de la mano de su nieto. Aquí cabe todo el mundo, basta con querer al
toreo y querer quererlo cada vez más…
Como gratitud, Rafa, Luis y
César, los representantes más jóvenes del Aula de la Merced en este encuentro
en Dehesa Pelegrín hicieron entrega de un obsequio de recuerdo a Ignacio
Guerrero por la hospitalidad y generosidad de la familia Millares, anfitriones
en la apertura de un nuevo año que nace cargado de expectación e ilusión.
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