Tarde pletórica del diestro de
Requena en el festival celebrado en la localidad conquense de Campillo de
Altobuey
Hay placitas humildes pero con
el encanto de los grandes cosos y el sabor de sentirse enclaves únicos en el
universo taurino. Es el caso de la plaza de toros de Campillo de Altobuey,
situada ni más ni menos que dentro del claustro del antiguo convento de San
Agustín –en la actualidad Santuario de la Virgen de la Loma-. Un marco taurino
incomparable dentro de una de las mejores muestras del barroco en la provincia
de Cuenca.
Allí hizo su primer paseíllo
Jesús Duque hace ya doce años cuando apenas era un niño que soñaba con ser
torero. Volvió el de Requena a Campillo este año y lo hizo para dejar
constancia del momento de plenitud por el que atraviesa en un camino de más a
más en el que las grandes citas esperan para firmar los triunfos por derecho.
El lote hoy de Sonia González
dejó a Duque mecer el capote para expresarse de manera sentida e hilvanar
lances para el recuerdo. Con la muleta dejó patente su firmeza de plantas,
riñones encajados y figura relajada para soltar la muleta por ambas manos de
manera tan natural como profunda. Actuación de gran dimensión en su conjunto y
certero a espadas.
Ficha
del Festejo
Plaza de toros de Campillo de
Altobuey (Cuenca)
Festival. Tres cuartos de plaza
Reses de Sonia González
Alberto Gómez: Oreja y
silencio.
JESÚS DUQUE: Dos orejas y dos
orejas y rabo.
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