domingo, 9 de septiembre de 2018

Cuatro orejas y rabo para un incontestable Duque

Tarde pletórica del diestro de Requena en el festival celebrado en la localidad conquense de Campillo de Altobuey
Hay placitas humildes pero con el encanto de los grandes cosos y el sabor de sentirse enclaves únicos en el universo taurino. Es el caso de la plaza de toros de Campillo de Altobuey, situada ni más ni menos que dentro del claustro del antiguo convento de San Agustín –en la actualidad Santuario de la Virgen de la Loma-. Un marco taurino incomparable dentro de una de las mejores muestras del barroco en la provincia de Cuenca.

Allí hizo su primer paseíllo Jesús Duque hace ya doce años cuando apenas era un niño que soñaba con ser torero. Volvió el de Requena a Campillo este año y lo hizo para dejar constancia del momento de plenitud por el que atraviesa en un camino de más a más en el que las grandes citas esperan para firmar los triunfos por derecho.
El lote hoy de Sonia González dejó a Duque mecer el capote para expresarse de manera sentida e hilvanar lances para el recuerdo. Con la muleta dejó patente su firmeza de plantas, riñones encajados y figura relajada para soltar la muleta por ambas manos de manera tan natural como profunda. Actuación de gran dimensión en su conjunto y certero a espadas.
Ficha del Festejo
Plaza de toros de Campillo de Altobuey (Cuenca)
Festival. Tres cuartos de plaza
Reses de Sonia González
Alberto Gómez: Oreja y silencio.
JESÚS DUQUE: Dos orejas y dos orejas y rabo.

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