domingo, 19 de octubre de 2014

Javier y Borja Jiménez reyes de Espartinas.

Foto González Arjona
Así han contado los medios de comunicación la tarde de los Hermanos Jiménez en Espartinas, donde se indultó a un gran Novillo del ganadero Onubense Gerardo Ortega.

Aplausos
Javier Jiménez, con cuatro orejas y un rabo de un murube de vuelta, y Borja Jiménez, con cuatro orejas y un rabo simbólico de un novillo indultado de Gerardo Ortega, han concluido con éxito la temporada taurina sevillana en el mano a mano que ambos han protagonizado la tarde de ESTE sábado en Espartinas.

Borja Jiménez indultó al segundo, un novillo burraco de Gerardo Ortega de extraordinario galope y calidad. Hubo variedad y ligazón en la faena del sevillano, que coronó las series con profundos pases de pecho. Todo en los medios y con el utrero con la boca cerrada. Paseó los máximos TROFEOS simbólicos de "Desertor".


Cultoro
Espartinas los vio lancear sus propias vidas y Espartinas los ha visto crecer como toreros. Javier y Borja, dos hermanos con un jugo especial, lograron alcanzar una meta que de niños se plantearon y hoy han logrado vislumbrar. Ambos salieron a hombros de su pueblo–indulto incluido- para festejar la vocación con la que han dado sentido a sus vidas.

Una lidia de menos a más mostró el quinto, al que le cortó el rabo Javier Jiménez tras una faena de toreo relajado y reposado sobre todo por el pitón derecho. Fue a partir de la segunda tanda cuando el hispalense y el toro se entregaron de verdad, Javier se percató de que la condición del de Murube podría ir a más y así fue. Lo exprimió al máximo sacando su mejor concepto ante la brava y enclasada embestida del toro.
El segundo, un excelente novillo de Gerardo Ortega, fue premiado con el indulto. Lo recibió Borja Jiménez con templadísimas verónicas.  Desde que salió ya mostró buena condición, lo que aprovechó el sevillano para banderillear con soltura y extraordinaria ejecución. Antes, dejó pasajes de gran belleza con la capa. El de Gerardo Ortega, era bravo y enclasado por ambos pitones y Jiménez no lo desaprovechó. Incansable fue la embestida  del novillo: público y torero disfrutaron del manantial de bravura. Tras la repetición y humillación del novillo y su bravo tranco, el público pidió el indulto, finalmente concedido por el palco.

La Razón
Los hermanos Jiménez se presentaron en la plaza de toros de su tierra, Espartinas, uno como matador de toros y otros como novillero. A esta efeméride le sumaron ambos hermanos buena dosis de disposición y momentos lucidos, para complacer las apetencias taurinas de sus paisanos. Tanto que hubo triunfo para el matador y el novillero y para algunos de los ganaderos, no faltando siquiera el indulto en el primero de los novillos lidiados.

Javier Jiménez abrió plaza con un toro de escasa fuerza, que no se empleó en el capote y que, sin embargo, casi derribó al picador. Estuvo dispuesto el mayor de los toreros en una faena templada ante un astado que apenas embistió en el ruedo. El segundo de su lote tuvo más presencia y mayor colaboración. Este fue un animal con nobleza, repetidor en las embestidas, yendo largo, aunque a veces le faltó humillar. Lo entendió el espada, que sacó una faena de menos a más, ...

Leer más:  Javier y Borja, hermanados hasta en el triunfo - La Razón digital  http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/7677993/toros/javier-y-borja-hermanados-hasta-en-el-triunfo#Ttt1902IYVPQkLbk




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