La Peña Cultural Taurina Tendido 12 rindió homenaje a José Luis Pereda García como promotor e
impulsor de la recuperación de la Plaza
de Toros La Merced ahora que se han cumplido treinta años desde su
reinauguración.
El acto sirvió para recordar
cómo se gestó aquella aventura que recuperó para la ciudad el ambiente y la
ilusión por los toros y que fue el cimiento de todo lo vivido a lo largo de las
últimas tres décadas.
Porque había comenzado la
década de los ochenta con la ciudad viendo cómo se cerraban las puertas de su
Plaza de Toros Monumental, lo que la situaba ante el precipicio y su vértigo
por no sabe qué podía pasar en adelante. No funcionó el experimento de la plaza
portátil que se instaló en 1982 junto a la ya marginada Monumental. Y dolió
aquellas Colombinas del 83 sin toros por las fiestas grandes de la capital.
Todo apuntaba a nada... cuando resurgió todo. Lo propició la aparición de José Luis Pereda García, un joven y
triunfador empresario onubense, relacionado con el Polo Químico entonces y sin
apenas vinculación taurina. Se decidió a comprar y restaurar la vieja Plaza de
Toros de las Colonias, abandonada y olvidada desde hacía décadas por más que
Huelva pasara ante ella cada día. Pero era un vestigio no más... No sin
dificultades y alguna oposición, Pereda logró su propósito, halló un aliado en
el ayuntamiento capitalino de aquella época y se apoyó en la sabiduría
profesional del arquitecto Luis
Marquínez para diseñar un proyecto que ilusionó a la ciudad. Sólo unos
meses después, el 29 de julio de 1984
renació la llamada Plaza de Toros La Merced. Treinta años hace de aquello.
Treinta años que han sido muy distintos a lo que podían haber sido de no haber
aparecido su figura.
"Hice
mía la ilusión de reencontrar a Huelva con su afición a los toros. Y la ví
cumplida con creces aquel 29 de julio en que los aficionados volvían a su plaza
de toda la vida con lágrimas en los ojos", recordó
el protagonista.
"En
estos treinta años, las cosas, la vida, el toreo han cambiado mucho. Tanto que
a veces no me reconozco en él. Yo me siento un empresario a la antigua usanza,
un taurino de los de antes, de ésos que nunca nos mirábamos el fondo de los
bolsillos. Mi objetivo era que Huelva tuviera toros desde la mayor dignidad. Y
con esa máxima fui trazando una manera de hacer las cosas que la Plaza de la
Merced sigue manteniendo y que la hace diferente: en la manera de construir las
ferias, de negociar y de pagarle a los profesionales y, sobre todo, teniendo
una cercanía con el aficionado que aquí es condición obligada. Me duele ver
cómo esta filosofía, que yo aprendí de los grandes empresarios de aquella
época, se va perdiendo. Pero, al tiempo, me satisface comprobar que en Huelva se
mantiene gracias a la forma de hacer las cosas de las personas que me han
sucedido al frente de la Merced".
Su momento más difícil de la
noche llegó cuando recordó a su primera mujer y madre de sus hijos, Clotilde
López, madrina que fue de la Peña Taurina Tendido 12.
Le acompañó a su izquierda, a
su lado, como en todo desde hace algunos años, su hijo y continuador, José Luis Pereda López, quien reconoció
que "ver como he visto la dedicación
y el esfuerzo que mi padre ha volcado en su plaza y en su ganadería, me obliga
a hacerlo igual. Me obliga y me motiva. Es muy difícil hacer lo que ha hecho él
de dedicar tanto tiempo de su vida a algo que después deja en manos de otras
personas, en este caso, nosotros, su familia. La constancia y su listeza son
las virtudes que más valoro en él, en quien no encuentro defectos porque no
puede tenerlos quien da tanto por tantas cosas como ha hecho mi padre".
Amenizó el acto la Banda de
Música Virgen de Consolación.
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