Más de 2.000 personas arroparon
ayer a Andrés Romero en el homenaje
que recibió por parte del Ayuntamiento
de Rociana del Condado (Huelva)
en el marco de la VII Feria Agroganadera
y Comercial Comarca de Doñana, una muestra que, en apenas siete años, se ha
convertido en un referente para los profesionales del sector. Dentro de su
vasto programa de actividades, se celebró este acto de reconocimiento al
rejoneador onubense como representante de dos ámbitos, el del caballo y el
toro, que cuenta con tantos aficionados, e incluso, una importante actividad
económica, en la comarca del Condado de Huelva, en pleno corazón de Doñana. "Desde su irrupción en las últimas
temporadas en los ruedos de toda España, Andrés Romero se ha convertido en una
bonita ilusión para los vecinos de los diecisiete pueblos que integran esta
comarca. Él es de Escacena del Campo, pero en todos los demás pueblos le
sentimos como parte nuestra gracias a la identificación con él que ha
conseguido contagiarnos con sus triunfos y con su trayectoria”, explicó el
alcalde de Rociana del Condado, Diego
Pichardo.
El homenaje se desarrolló en el
recinto de exhibiciones de la feria, cuyas gradas se abarrotaron para asistir a
un acto que comenzó con las palabras de agradecimiento de Andrés Romero al público presente y a la organización por acordarse
de él para un evento así. "Es
emocionante y muy motivante sentir cuánto te quiere la gente, el público al que
te debes. Más aún, si se trata de tus paisanos. Me gusta sentirme embajador de
Huelva allí donde voy porque esta provincia es para presumir y mucho de ella”,
dijo el jinete.
Tras detallar cómo llegó al
mundo del rejoneo y cómo ha sido su trayectoria hasta el punto actual, Romero
compartió con los aficionados cómo es el día y a día y el trabajo callado de
tantas horas de entrenamiento y de doma para estar luego a la altura de lo que
las plazas y los compañeros exigen. Y, a continuación, fue presentando uno a
uno a buena parte de los caballos de su cuadra conforme aparecían en la pista
del recinto. Entre ellos, clásicos como Perseo, Cantú y Guajiro, o las dos
grandes novedades de este año, Sol y Kabul, dos potros aún que Andrés ya ha
incorporado a su cuadra. El acto terminó con una exhibición de rejoneo de salón
a lomos de Ben Hur, que supuso el momento álgido de la cita y que, incluso,
puso al público en pie de sus asientos.
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