lunes, 9 de febrero de 2015

Víctor Barrio, tarde triunfal en Valdemorillo.

Plaza de Toros de Valdemorillo, Madrid. Plaza llena.

Crónica y fotos Sveyk. 

Salió el sol y se abrió la puerta grande.
Toros de cebada gago, complicados 1º, 3º y 4º, manejables "2º y 5º, extraordinario el 6º, premiado con la vuelta al ruedo y al que un gran sector del público pidió el indulto.

Paulita, ovación y ovación; en su primero un animal que no humillaba y al segundo muletazo buscaba al el torero, el torero tiro de oficio y lo pasaporto de estocada entera. En su segundo como el primero, no tuvo suerte paulita en el sorteo anduvo hábil nuevamente con la espada. Nada que reprochar al torero, bastante hizo con el lote que le tocó en suerte y que el público supo valorar.

Manuel Escribano, oreja y vuelta tras petición, en su primero un animal manejable que tuvo movilidad en los primeros tercios y que Manuel caldeo al público en banderillas, con la muleta el animal estuvo algo mas reservón, Manuel con inteligencia supo aguantar y le saco muletazos con profundidad, esto unido a una estocada fulminante le valió una oreja.
Su segundo toro se fue a la puerta de chiqueros y apunto estuvo el animal de arrollarle, se repuso y le pego una tanda de verónicas que llegaron al público, siendo todas jaleadas, tanto jubilo llego al tercio de banderillas que hacía presagiar algo bueno, pero ya con la muleta bajo un poco la intensidad y el sevillano puso todo de su parte con oficio y tesón para cuajar una buena faena, lo pasaporto con habilidad, y hubo una fuerte petición de oreja que el presidente creyó oportuno ignorar, bronca atronadora al presidente.

Víctor Barrio, oreja y dos orejas; en su primero se fue a puerta gayola para recibir al primero por tafallera y chicuelinas, salió a por todas el segoviano que se metió al público en el bolsillo, mal picado, el toro llego a la muleta gazapón y desarrollando peligro, firme Víctor supo aguantar y lo mas difícil ligar las bruscas embestidas del animal, media en todo lo alto le valió una oreja.

Su segundo el mejor de la tarde, volvió a irse a la puerta de chiqueros, endosándole una tanda de faroles que puso al público en pie, y al que volvió a levantar con un quite por gaoneras y gallosinas. Firme con la muleta, le receto mueletazos a pies juntos con mucha torería pasándoselo muy cerca, no perdió los nervios cuando en dos ocasiones se perfilo para matar y el respetable empezaba a pedir el indulto del animal y a la tercera vez que se perfilo dejo una estocada en todo lo alto, estaba muerto sin puntilla pero la bravura del de cebada gago le hizo aun mantenerse unos instantes en pie. Dos orejas indiscutibles para todo el mundo, menos para el presidente que parece que son suyas, jaja pero al final se las dio.

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