Juan Bautista Mojarro
Qué duda cabe de que en la década de los cincuenta
la Huelva taurina, incluso posiblemente
mucho antes, pasó por una etapa loable y de reconocida fama con buenos
toreros, y mucha culpa de ello la tuvo
una extremeño de los Santos de Maimona, Esteban Luna Tardío, que era entrador de carnes y negociante de
pieles, porque sin ir más lejos, fue el fundador de una de las escuelas
taurinas más importes de España, ubicada en la barriada de la Isla Chica, de
donde salieron muy buenos toreros, como Manolo Roig ‘Niño de la Isla’, coetáneo
y contemporáneo de Miguel Baez Litri.
El ‘Niño de la Isla’, a pesar de sus años, reparte
su tiempo entre Huelva y Estados Unidos. En Huelva le podemos ver casi todos
los días en la cafetería ‘Museo’ (calle Rico), y digo reparte su tiempo
atravesando el Atlántico porque en Estados Unidos tiene un nieto director de un
periódico.
Pues en la escuela taurina de la Isla Chica actuaron
también Antonio Maestre, Laine, Bogotá, los hermanos Curro, Enrique Frigones,
Paco el Galápago, Enrique Aguirre, Pedro Carreño (que lo mató un toro en
Écija), Manuel Morales Quitín, etc. Y de la última hornada, el malogrado Rafael Carbonell, que lo mató un
toro en el coso de La Merced, Manuel Puga Pazos, Joselito Romero, José
Conquero, Pedro Vargas, Antonio Borrero Chamaco, José García ‘Caramelito’,
Javier Conde, Francisco Barroso y el torero de referencia, Pedro Quintero ‘El
Gallero’, que dio el salto a la fama tras su intervención en la película ‘El
Litri y su sombra’.
Pedro Quintero ‘El Gallero’, al que vemos y
saludamos muchas veces por la calle Concepción, fue un torero estilista, sobrio
y de nuestro barrio, el de Viaplana, al que conocemos desde la infancia. ‘El
Gallero’ estuvo muy apoyado por Miguel Báez Litri, y éste, por mediación de la
amistad que le unía con el ganadero de San Fernando Antonio Pérez, lo mandó a
torear a Salamanca durante un buen tiempo, manteniéndose con su arte en las
primeras escalafones.
A Pedro Quintero ‘El Gallero’ le tiraba el terruño,
y pasaba más tiempo en su ciudad natal que las citas taurinas que tenía allende
nuestras fronteras, aunque la sangre del toreo la llevaba en las venas, y es
aún ahora y se sigue sintiendo torero.
Y en este sentido, nos comenta que “el torero es lo
mismo que el cantaor, aunque se retire de los toros jamás deja de ser torero”.
Pedro Quintero ‘El Gallero’ también realizó importantes festivales y novilladas
por las plazas del norte de África, y matiza: “Miguel Báez Litri me ayudó
mucho”.
Pedro Quintero ‘El Gallero’ asegura que tuve mucha
suerte en el mundo del toro como activo, ya que no sufrió muchas cogidas, “si
acaso bastantes revolcones”. Pedro Quintero se retiró en una novillada
celebrada en Moguer el día 9 de septiembre de 1966, cartel formado por Manuel
Rodríguez ‘El Palermo’, Pedro Quintero ‘El Gallero’ e Isaías González, de
Sevilla.
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