Han pasado cien años, y para un
torero como Belmonte, el tiempo no tiene edad, ni distancia, tan solo con pronunciar su nombre, evoca recuerdos,
vivencias y sentimientos.
Recordado siempre, aún en la
retina de algunos, en la memoria de todos. Cien años no es nada, comparado con
la grandeza que dejó su toreo.
Jerez le rinde un sincero homenaje, cargado de toreros y literatos, amigos y familiares, aficionados y entregados.
Noche de sensaciones evocando la
figura de Juan Belmonte en el centenario de su alternativa, una velada
celebrada en la Bodega Tío Pepe de González Byass a la que se han sumado en
bloque los toreros de Jerez.
La ocasión lo merecía, al
germen de la idea de Paco Camas se ha sumado el tándem organizativo de Jerónimo
Roldán -de Onda Jerez- y Pepe Argudo, del departamento de Comunicación de
González Byass, la familia Belmonte y un amplio grupo de colaboradores. El
resultado, un éxito en el fondo y en la forma, a la altura de Jerez y del torero.
En la forma porque todo estaba
medido a la perfección y además se llenó el amplio salón; en el fondo porque
hubo una enriquecedora panoplia de contenidos sobre la figura del legendario
torero, sin transitar por la trillada senda del lugar común, y sobre todo
quedando muy claro, de modo aplastante, que Juan Belmonte sigue pasmando a
todos
El vídeo de presentación de
Santi Ortiz fue perfecto prólogo a una mesa literaria sobre el torero de
Triana, un audiovisual que no en vano arranca con una detonación. Previamente
el delegado municipal de Eventos Culturales, que asistió acompañado del edil
Javier Durán, dio la bienvenida a todos a un acto que presentó Jerónimo Roldán.
José Belmonte, sobrino nieto
del matador, arrancó del Olimpo griego, lo que se merece un mito de la
dimensión de Belmonte. El poeta Antonio Murciano, además de recitar sus
composiciones sobre Belmonte, regaló a todos un delicioso poema inédito.
Jesús Cuesta Arana, biógrafo
del torero, recordó vivencias y anécdotas de quien calificó como "Pasmo de
España" y Santi Ortiz, matador de toros y escritor, reciente biógrafo
también de aquel fenómeno, evocó la mítica tarde de 1917. Por último el doctor
Joaquín Amérigo denunció algunas "atrocidades" que se han escrito
sobre el diestro.
La mesa de toreros contó con
Rafael de Paula, incorporado a mitad del acto. Esta vez fue Rafael Beca
Belmonte, nieto del diestro, quien abrió fuego desde la vertiente humana de
Juan. Rafael de Paula contó como conoció a quien luego calificó como uno de los
cinco seres superiores que considera que han existido en la humanidad.
José Ortega Cano sorprendió
desvelando un Belmonte soñado cuando convalecía de la cornada de Cartagena de
Indias y el maestro Luis Parra recordó cómo conoció a Belmonte en una salada
intervención, agradeciendo todo lo que ha dado Juan al toreo.
Antonio Domecq evocó al
trianero desde la cercanía de su estrecha amistad con su abuelo, Alvaro Domecq
Díez, y el periodista Juan Belmonte Luque cerró la mesa poniendo en valor la
rica vida extrataurina de Belmonte.
Todavía hubo más cuando Paula
desveló testimonios familiares, de Bernardo Muñoz y del sastre de Juan, sobre
la personalidad artística del primer Belmonte, indiscutible figura histórica
del toreo, que cerró tajante: "¡Nadie de todos los que han escrito sobre
él sabe ni papa de Belmonte!", para él "Don Juan".
Fuente información.- www.diariodejerez.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario