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| (Fotos Laeconomiadeltoro) |
La tarde de Valencia prometía, lleno de No Hay Billetes en la Taquilla, y miles de kilates en el patio de cuadrillas. La esencia del toreo se derramaba por el albero valenciano, se conjugaban los toros artistas de Juan Pedro y los toreros de pellizco, (Finito, Morante y Manzanares). El aroma de tardes de triunfos se palpaba en el ambiente, unos toreros con ganas y un publico complacido con lo que sus retinas retenían para el recuerdo, ponían a todos de acuerdo.
Morante hizo soñar despiertos a las miles de almas que en las gradas se daban cita en este sábado fallero. En cuanto se abrió de capa el suspiro de los Oles, ya se murmuraba en el silencio de la tarde, muy despacio y al compás dibujaba uno, dos, tres, y así hasta cinco ceñidas y ajustadas chicuelinas, rematando la seria con otras de las medias que parece que no acaban nunca, enroscándose al toro en la cintura. El murmullo se convirtió el algarabía y el silencio en aplausos de manos rotas. Una muleta no muy grande, pequeñita, como las de los niños para jugar al toro, eso es suficiente para que Morante haga magia, Ni David Copperfield, haría sorprender mas de lo que lo hizo Morante en este segundo de la tarde. Se rompió, se gustó y transmitió esencia, sabor y buen gusto por las cosas bien hechas. Que manera de componer, de jugar los brazos, de acompañar y acompasar la embestida. en palabras del propio Morante "Cuando uno torea con el alma, el miedo y esas cosas se olvidan. Es algo intemporal".
En el quinto de la tarde, faltó lo principal, Toro, lo intentó Morante pero al falta de oponente hacía imposible cualquier lucimiento. Detalles de torería dejó el de la Puebla en este quinto que con mas empuje podríamos hablar de otras cosas.
Salio Manzanares dispuesto y con ganas en el tercero de la tarde, sus dos compañeros ponían la tarde cara y no era hora de quedarse a recoger las migajas. Y de que manera salio el Alicantino no se guardó nada, derramó todo cuanto tenía en su recamara. Un toro noble de Juan Pedro propiciaba una de las faenas que recordara Josemari esta temporada. Exquisito en las formas y el concepto, una faena brillante y vibrante, naturalidad y desparpajo, lucidez y pulcritud. Todo se dio para que Manzanares dejara y dibujara el toreo en el coso de calle Xátiva. Una de esas faenas que se deberían poner a los alumnos de las escuelas taurinas. Muchos carteles saldrían de sus pases, reunidos, ceñidos y rematados. Un premio de dos orejas tras una estocada de libro.
El sexto de la tarde que parecía de lío gordo, comenzaba con una labor de capote de gusto jugando los brazos con destreza, chicuelinas de un trazo exquisito, lo remato con una media de rodillas que ya levantaba las gradas. Lo cuido e hizo todo bien y con tan mala suerte que en el inicio de faena de muleta el burel se rompió la mano, haciendo imposible cualquier faena, hubo de abreviar.
Parecía que no comenzaba bien la tarde con el primero que saltó a la arena, falto de fuerzas y sin movilidad que fue devuelto a las primeras de cambio. Tampoco fue un desecho de virtudes el primero bis, pero Finito es mucho Finito y dejo destellos y detalles de torero que a todos nos viene a la memoria. Y es que hay cosas que no se olvidan. Sin llegar a rematar la faena por la falta de fuerzas de su oponente dejo muletazos al natural de mucha profundidad.
En el que hacía cuarto ya venia espoleado por el triunfo de sus compañeros y no tenía pensado quedarse atrás, y una vez mas ha dejado claro que su vuelta, sin haberse ido, es de pureza y verdad. Una faena que fue subiendo en intensidad donde se dejó ver el mejor Finito, naturalidad y sentimiento en estado puro, le valió el reconocimiento a su labor y cortó un trofeo.
Ficha del Festejo
Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados, flojos. Nobles
Finito de Córdoba, silencio tras aviso / oreja tras aviso
Morante de la Puebla, oreja / ovación tras aviso
José María Manzanares, dos orejas / ovación
Incidencias.- Primer No Hay Billetes de la feria de Fallas 2014. Curro Javier saludo tras buenos pares al tercero.
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