El novillero peruano ofreció
todo un recital de toreo, valor y raza, poniendo la plaza de Cañaveralejo a sus
pies en sus dos actuaciones.
Roca Rey hizo una aparición
estelar en Cañaveralejo, pues a su primero lo recibió con alegría en el capote
intercalando verónicas y chicuelinas templadas y muy toreras, rematadas con una
revolera. Tras un vistoso y aplaudido quite por caleserinas y tafalleras, Roca
Rey brindó al público su primera faena. Comenzó el trasteo por estatuarios sin
enmendarse, adornados con un pase de las flores y un pase de pecho eterno que
hizo arrancar a la banda de música en la primera tanda de muleta. Series de
calidad, muy estéticas, poderosas y con poso, ejecutando naturales largos
mediada la faena. Siempre por encima el espada del astado de Ambaló, que pedía
los papeles.
Un espeluznante arrimón final
entre pitones y un espadazo certero puso en las manos de Roca Rey una oreja de
muchísimo peso.
Frente al que cerró plaza, el
valor y la entrega fueron las principales armas de un Roca Rey que puso la
plaza de Cañaveralejo a sus pies ya desde el saludo de capote y un quite por
gaoneras ceñidísimas en el que fue arrollado. Fue volteado nuevamente en el
comienzo de faena, pero sin inmutarse ejecutó estatuarios de cartel. Faena de
Roca Rey rebosante de gallardía frente a un incierto y peligroso astado de
Ambaló, abrochada con un espadazo entrando a matar sin muleta. El fallo del
puntillero dejó todo en una clamorosa vuelta al ruedo con la plaza en pie a gritos
de “¡¡Torero, torero!!”.
Alzate y Colombo pusieron voluntad frente a sus oponentes,
pero se marcharon de vacío.
FICHA
DEL FESTEJO:
Plaza de Toros de Cañaveralejo
(Cali, Colombia). Primera de Feria. Se lidiaron astados de Ambaló, bien
presentados y de juego desigual.
Juan
Camilo Alzate, ovación tras petición / silencio.
Jesús
Enrique Colombo, silencio / silencio.
Andrés
Roca Rey, oreja / clamorosa vuelta al ruedo.
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