Ambiente triunfalista en
Zalamea como correspondía a un día ferial. Lo más importante el lleno casi
absoluto que registraron los tendidos del coso con mucho público con ganas de
pasárselo bien y disfrutar de los toros. Y, afortunadamente, lo consiguieron
por cuanto se cortaron seis orejas y un rabo, se indultó un toro y el público
lo pasó en grande.
Se lidió, para rejones, un
novillo de Fermín Bohórquez tan escaso de presencia como de excelente calidad;
tres toros de Las Monjas, bien presentados para una plaza de tercera categoría,
mansos, descastados y nobilísimos; y otro, que salió en cuarto lugar, de
Salvador Domecq, de tan escasa presencia como nobleza, y que fue indultado a
petición popular. Está marcado con el número 82, colorado, y de nombre
“Ostrero”.
Abrió plaza el debutante Juan
Quinta quien, con los rejones, se mostró muy verde y nervioso, mejorando en
banderillas para concluir, como los veteranos, de un rejonazo contrario y caído
que produjo vómitos. Las dos primeras orejas de la tarde las paseó el jinete de
Gerena que había brindado a su padre la lidia del novillo de su presentación en
los ruedos.
El Cid se encontró con un toro
“moderno”, es decir manso, descastado, sin fuerzas pero con mucha nobleza. Ante
el tal “Altanero”, el de Gerena estuvo antes de dejar dos pinchazos y un
bajonazo. El público le aplaudió y salió al tercio a saludar. Con la “sardina”
que hizo cuarto, El Cid aprovechó su bondad para sacarle muy buenos naturales
y, después, conducirlo muy bien por el pitón derecho. Poco a poco fue
convenciendo al público de las cualidades del toro de Salvador Domecq que los
tendidos empezaron a pedir el indulto y, en evitación de un altercado de orden
público, el presidente consintió entre el delirio de muchos que aplaudieron a
rabiar cuando El Cid dio la vuelta al ruedo sin los trofeos que,
reglamentariamente, le correspondía.
Por su parte, El Fandi no se
quedó atrás y supo sacar partido de sus toros, parados y sin fuerza alguna.
Estuvo lucido en el recibo con el capote a sus dos oponentes – al primero con
dos largas cambiadas - y, lógicamente,
supo ganarse los aplausos de los tendidos cuando banderilleó a los dos toros.
Su primero duró poco y el granadino
quiso agradar pero no encontrar material. Al matar de estocada recibió la
primera oreja, el mismo trofeo que consiguió en el que cerró plaza, otro toro
que tras el tercio de banderillas se quedó en nada, al que le intentó dar
numerosos medios pases por cuanto el animal no terminaba de pasar debido a su
escasez de fuerzas. También mató pronto y, de nuevo, los tendidos lograron un
nuevo trofeo.
Al término del festejo, los
tres actuantes salieron a hombros entre los aplausos de los espectadores que
disfrutaron de una tarde triunfalista como la vivida en Zalamea la Real, donde
antes predominaban los aficionados y, en la actualidad, los espectadores.
Crónica de Vicente Parra Roldan.
Ficha del Festejo
Ganadería de Fermín Bohórquez, Las Monjas y Santiago
Domecq.
Juan
Quinta, dos orejas
Manuel
Jesús "El Cid", dos orejas / dos orejas y rabo
simbólicos.
David
Fandila "El Fandi", oreja / oreja
Incidencias.- Lleno
en los tendidos. Uno para rejones de Fermín Bohórquez y tres de Las Monjas y
uno de Santiago Domecq para la lidia a pie. Manuel Jesús "El Cid"
sustituye a Manuel Díaz "El Cordobés". El toro "Ostrero”, número
82 con el hierro de Santiago Domecq, lidiado por el diestro de Salteras, Manuel
Jesús “El Cid”, premiado con el indulto.
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