Se acerca la fecha del 19 de marzo en la que se conmemora el
cincuenta aniversario – 1966 (medio siglo ya)– de la alternativa de Antonio Ruíz “Espartaco”, hecho que
tuvo lugar en la plaza de toros de Huelva, tierra que, a la postre, se
convertiría en un auténtico talismán para esta dinastía pues, no hay que
olvidarlo, en 1.979 fue escenario de la alternativa
del segundo Espartaco de la familia, de Juan Antonio, y, en 1.989, del tercer
eslabón de la cadena, Francisco José, quien, curiosamente, había debutado con
caballos en Huelva.
Por tanto, la dinastía
Espartaco está fuertemente ligada a Huelva, donde, además, sus integrantes han
conseguido importantes triunfos y han sabido ganarse el aprecio de los
aficionados choqueros que tiene como suyos a estos toreros a los que siempre
les ha prestado su apoyo.
Antonio Ruíz “Espartaco” se
hizo matador de toros de manos de Emilio Oliva, quien le cedió la muerte de
“Labrador”, toro de 470 kilos de la ganadería de Jiménez Prieto.
Testigo de la ceremonia fue
Efraín Girón, actuando también el rejoneador Álvaro Domecq que lidió una res de
Tomás Prieto de la Cal.
Esta fue la segunda alternativa
que se concedió en la plaza onubense, pues la primera la recibió Ángel Carmona
“El Camisero” el 6 de septiembre de 1.904.
El toricantano se lució en tres
buenos lances al recibir al de la ceremonia al que, con la muleta, le realizó
una faena breve, con pases por bajo, en redondos y por alto, sonando la música
en su honor para terminar de pinchazo y media, recibiendo muchas palmas.
En el otro, “Espartero”, de 452
kilos, Espartaco realizó una labor incolora, siendo volteado cuando manejaba la
muleta, para necesitar de varios pinchazos para acabar con su enemigo, y fue
avisado.
Ya se ha comentado la enorme
relación de la dinastía Espartaco con Huelva, por lo que, al conmemorarse esta
bonita efeméride, la afición taurina de nuestra tierra podría homenajear al
torero de Espartinas.
Y la mejor manera de hacerlo puede ser con la
celebración de un festival en el que intervengan los tres matadores de la
dinastía – el padre y los dos hijos – junto a otros amigos (y serán muchos los
que quieran adherirse a este homenaje) y, lógicamente, teniendo como escenario
la plaza de toros de Huelva.
Si sus hijos, y de manera
especial Juan Antonio, se echan para adelante, podrían darle el mejor regalo
para el veterano Antonio Espartaco quien, sin duda alguna, disfrutaría con su
presencia en el espectáculo. Juan Antonio y Francisco José tienen en sus manos
la posibilidad de organizar este festejo en una fecha cercana a la
conmemoración y, al mismo tiempo, realizar una obra social al destinar la
recaudación a una obra social onubense.
La idea está ahí y, cuando
Antonio Ruíz “Espartaco” la conoció, se emocionó y se ilusionó, de tal manera
que él ya se veía, como hace cincuenta años, haciendo el paseíllo en la plaza
de toros de Huelva.
Hacer feliz a este hombre es muy fácil y, si
los hijos quieren echarse para adelante, el homenaje puede ser un éxito total.
Por VICENTE PARRA ROLDÁN
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