El
matador de toros sevillano fue cogido por el primer toro de la tarde cuando
ejecutaba un par de banderillas sentado en el estribo.
Tarde
de compromiso de Manuel Escribano en la apertura de la Feria de Medellín en la
corrida que suponía su debut en Colombia.
A
pesar de la espeluznante cogida, el torero de Gerena continuó la lidia. Faena
importante que de no ser por la espada, que hizo guardia, hubiera cortado las
dos orejas.
Con
el 4º de la tarde, el más serio del encierro, nada pudo hacer. Una alimaña
imposible para la lidia con el que solventó la papeleta. Mató y pasó a la
enfermería entre una fortísima y generalizada ovación como reconocimiento a su
gran esfuerzo y entrega.
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