Viendo la Feria de San Isidro de este 2013, me viene a la memoria aquellas tardes de playa, en familia, tardes calurosas, de querer llegar y salir corriendo a la orilla para darte el primer chapuzón. Y recuerdo los juegos en la playa, con aquel balón de Nívea, lo recuerdan Azul y Blanco, que una vez inflado estaba Prieto, duro.
Balón va, balón viene, y este sin inmutarse, aguantando todas las embestidas que le dieras, hasta que una mala fortuna hiciera que fuese a parar con una varilla de una sombrilla, y cual puyazo hacia mella en el, poco a poco iba perdiendo su prestancia, su fuerza, su robustez, cada vez menos fuelle en su interior, ya no iba y venia, como cuando lo cogimos al llegar, perdía aire, no podía mantenerse, cada vez a menos, hasta que quedaba tendido en la arena y no había forma de ponerlo de nuevo a repetir el juego con el que comenzábamos.
Esto mismo veo que le esta pasando a las tardes de San Isidro, al principio todo prestancia, coraje, idas y venidas, incluso alguna repetición en el capote, pero hay amigo mío, llega el primer puyazo y algunos ya flaquean de manos, han de ir dos veces, por ser plaza de primera y la cosa empieza a complicarse.
Tercio de banderillas y ya se les nota a algunos que el aire, se esta marchando a poquitos.
He aqui que llega el sumun de la lidia la muleta, es aquí, que ya me vienen recuerdos
de la playa, una tanda con brío mientras aun el aire sigue en su interior, pero amigo mío, el aire se sigue escapando y lo que al principio fue Prieto y turgente, se va convirtiendo poco a poco en ese balón de Nívea. La fuerza se ha evaporado, la repetición carece de existencia, la desolación inunda los tendidos. Esos tendidos que pagaron por ver algo grande, algo con transmisión que haga que la tarde merezca la pena.
Ver al torero enfrentarse al toro en igualdad, cada uno con sus armas, uno con su bravura y repetición en sus embestidas, el otro con su valor y dominio de los terrenos para no dejar ganarse la partida.
¿Que es de aquellas tardes de 25 o 30 muletazos? Muletazos en redondo, remates por bajo, naturales hondos, pases de pecho a la hombrera contraria, vaciando la embestida, alargando el viaje. Remates de Carteles.
La figura en torero , la barbilla en el pecho, la mano baja, dándole importancia al toro.
Citar de frente, traerlo embebido en la muleta, una serie de 4 o 5 muletazos y rematarlos con una trincherilla, pase del desprecio, mirando al tendido.
¿Que paso de aquellas tarde que el Ole, era la música de la Plaza?
¿Donde esta ese toro?.
Estas tardes que vemos, a penas aguantan 2 tandas, la que hace 3, toro parado, toro sin aire, se rajan, no quieren la noble pelea, hombre/fiera.
Cada tarde, me acuerdo mas del balón de Nívea.
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