domingo, 13 de marzo de 2016

Arrimón por la Tauromaquia o Cómo ser un Bárbaro.

Este ha sido un fin de semana reivindicativo de la TAUROMAQUIA; el sábado la plaza de toros de Illescas (Toledo), se llenó de glamour en una corrida-simulacro que, aunque no me guste, debo reconocer que suma a la Fiesta más que resta, por ser un fenómeno mediático.

El domingo se ha consumado la esperada manifestación de Valencia, con más de 40.000 personas gritando LIBERTAD, un gran éxito para todos los que amamos esto de los toros.
Por ello quiero aportar mi granito de arena reivindicativo,
publicando la introducción que el pasado jueves 10 de marzo hice en la plaza de toros de Toledo, cuando de la mano de la peña El Trapío tuve oportunidad de presentar, en mi condición de moderador del coloquio, el mano a mano que Eugenio de Mora y David Martín de Vidales materializaron como toricantanos que en su día fueron en el tres veces cincuentenario coso toledano.

No sé si seré un bárbaro, pero si ser un bárbaro es deslumbrarse ante la naturaleza donde nace, se cría y vive el toro bravo, entonces soy un bárbaro.

Si ser un bárbaro es creer, como García Lorca, que "la fiesta de toros es la más culta que hay hoy en el mundo", o que "los toros es el único sitio donde se va con la seguridad de ver la muerte rodeada de la más deslumbradora belleza", entonces soy un bárbaro.

Si ser un bárbaro es poseer la capacidad de elegir y hacerlo libremente, entonces soy un bárbaro.

Post de Rafael Villar Moyo.

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