LA AFICIÓN DE HUELVA TRIBUTA UN
MERECIDO Y SINCERO HOMENAJE A ESPARTACO PADRE EN EL CINCUENTA ANIVERSARIO DE SU
ALTERNATIVA.
Cincuenta años después de su
alternativa, Antonio Ruiz Rodríguez, Espartaco padre, ha vuelto a pisar hoy el
ruedo de la Plaza de Toros La Merced. Lo ha hecho para recibir el homenaje de
la afición de Huelva, justamente, con motivo del medio siglo que hoy se cumple
de su doctorado en esta misma plaza el 19 de marzo de 1966, ante el toro Isleño
de Eloy Jiménez Prieto y de manos de Emilio Oliva y con Efraín Girón y el
rejoneador Álvaro Domecq Romero como padrinos.
Hoy tocaba festejar los
cincuenta años de aquel paso al frente en busca del sueño que se le escapaba al
patriarca de los Espartaco, la dinastía de la que todos sus toreros tomaron la
alternativa también en Huelva. Juan Antonio, en la ya desaparecida Plaza de
Toros Monumental. Francisco José, en La Merced actual. Visiblemente emocionado
durante todo el homenaje, Espartaco padre ha recibido el cariño en cascada de
todos los presentes. Empezando por su propio hijo Juan Antonio: “No siempre he
tenido la oportunidad de darle las gracias en público a mi padre, decirle
cuánto le debo y cuánto le admiro y, sobre todo, de dedicarle todo lo que el
toreo me ha dado. Nada hubiera sido posible sin la afición y los valores que él
me transmitió”.
El periodista Rafael Moreno,
que fuera apoderado de Juan Antonio Ruiz, glosó la figura de Espartaco padre
para subrayar que “puede que no triunfarás en la plaza, pero sí lo has hecho en
la vida. Porque nadie sabe mejor que es el éxito de los hijos donde radica el
verdadero triunfo para el hombre”. En nombre de la propiedad y de la empresa de
la Plaza de Toros La Merced tomó la palabra José Luis Pereda, quien dirigió al
homenajeado “toda la gratitud posible en
nombre de la afición de Huelva por haber sido el pilar de una dinastía a la que
tanto debe esta plaza”.
Tras los reconocimientos,
Antonio Ruiz Rodríguez descubrió un azulejo en el patio de cuadrillas de La
Merced donde se plasma ya para siempre el recuerdo de su alternativa, pero
también el cariño de la afición de Huelva al linaje de toreros que con él
comenzó. Y aún fue más protagonista Espartaco padre después de toda la parte
protocolaria porque, siguiendo sus deseos, tuvo ocasión de volver a torear en
La Merced cincuenta años después. Lo hizo para tentar cuatro becerras de la
ganadería de la casa y en compañía de su hijo, del matador de toros de
Espartinas Borja Jiménez y de varios alumnos de la Escuela Taurina de
Sevilla-Amate. La emoción y la felicidad plena del patriarca de los Espartaco
al volver a torear en el mismo ruedo donde tomó la alternativa y con el calor
de tantos familiares, amigos y compañeros fueron el broche perfecto a una
brillante jornada de homenaje y toreo en La Merced.
Y además, con el refrendo de la
presencia de diversos representantes institucionales de la Subdelegación del
Gobierno, la Delegación del Gobierno andaluz en Huelva, el Ayuntamiento de la
capital y la Diputación Provincial.
Fotos GILBERTO HERNÁNDEZ.
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