La Asociación de Jóvenes
Empresarios Taurinos (ASOJET) ha
elaborado un estudio en el que concluye que es “necesaria la unidad de todos los actores que intervienen en el
espectáculo del toro para reducir los costes de producción” que actualmente
son “casi utópicos”.
El análisis efectuado por
ASOJET se centra en 78 plazas gestionadas por sus asociados, todas de tercera y
cuarta categoría, dado que en ellas se celebra casi el 78% de los festejos que
tienen lugar al cabo de la temporada. Esto convierte a este tipo de recintos en
el “motor de la temporada y en el
trampolín de los nuevos valores”. Los empresarios han centrado su trabajo
en determinar los costes del espectáculo y analizar las partidas destinadas a
las diferentes partes que se dan cita en una plaza de tercera y cuarta con
toreros del grupo C para participar en un espectáculo cuyos márgenes son
“desproporcionados” para ASOJET.
De esta forma, y atendiendo a
los datos de la temporada 2013, celebrar una corrida de toros en una plaza de
tercera categoría con toreros del grupo C tendría unos costes de entre 74.000 y
78.000 euros, de los que el 22% se invierten en gastos de organización; algo
menos de un 12% se destina a gastos publicitarios, mientras que cerca del 20%
tiene como fin liquidar el ganado, por lo que queda alrededor de un 46% para
abonar los salarios y seguros sociales de los toreros, que se incrementarían si
los espadas pertenecen al grupo B.
Respecto al apartado de
ingresos, el estudio de ASOJET arroja un balance de entre 18.000 y 21.000 euros
por corrida de toros, de los que el 80% aproximadamente proceden de la
taquilla, entre el 15 y el 17% de los ingresos atípicos y entre el 4 y el 6% de
patrocinios (si los hubiera). Es obvio que el balance no se ajusta a los
números reales del mercado. El balance que se obtiene eleva el déficit por
encima del 70%, por lo que es “necesario
unificar las fuerzas de todos los sectores implicados para convertir en
sostenible un espectáculo que ha dejado de serlo según los parámetros
habituales”.
Si nos vamos a los números
arrojados por las novilladas con picadores en estas mismas plazas, tenemos que
los montantes son inferiores, pero el déficit global se mueve en los mismos
porcentajes.
Los jóvenes empresarios de
ASOJET, además, entonan la autocrítica y se imponen el deber y la obligación de
“buscar la máxima calidad posible en el
espectáculo que ofrecemos y cuidar mucho más a nuestra clientela”, de forma
que se encaucen las circunstancias con unos números más en consonancia con el
sentido común. Entre los deberes del empresariado se encuentra también la
obligación de llegar a acuerdos con la Administración para abaratar ciertos
costes administrativos.
Para ASOJET, estos números provocan
que tengamos “un convenio irreal que
casi nadie respeta porque es inasumible con estas cifras, por lo que, cada vez
en más medida, se tiende a camuflar la legalidad en lugar de obrar con sentido
común”.
Por todo ello, ASOJET invita a los sectores participantes en
el espectáculo a meditar sobre ello y a
tomar el camino del diálogo partiendo de la premisa del sentido común.
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