sábado, 24 de octubre de 2015

FESTIVAL LLENO DE TOREO Y SOLIDARIDAD EN LA PUEBLA. Crónica.

Sábado 24 de Octubre. Plaza de Toros de La Puebla del Río (Sevilla). Con algo más de tres cuartos de entrada en tarde nublada y con bochorno. Festival organizado por el matador de toros José Antonio Morante de la Puebla en beneficio de Caritas. Cinco novillos de Zalduendo para Francisco Ruiz Miguel, Ortega Cano, Vicente Ruiz "El Soro", Morante de la Puebla y el novillero Daniel de la Fuente "Liqui". Y para el toreo a caballo un novillo de El Capea para Diego Ventura.

Francisco Ruiz Miguel: Dos orejas
Ortega Cano: Dos orejas y Rabo
Vicente Ruiz "El Soro": Dos orejas y dos orejas (al sobrero)
Morante de la Puebla: Dos orejas y rabo
Daniel de la Fuente "Liqui": Dos orejas y rabo
Diego Ventura: Dos orejas y rabo.

Abría Francisco Ruiz Miguel con cinco verónicas profundas, empacadas y con sabor a toreo añejo al igual que las chicuelinas al paso para dejar al de Zalduendo en el caballo. Ya con la franela en la mano derecha demostró el de San Fernando porque su nombre estará siempre ligado a la historia del toreo. Varias tandas por ambas manos muy templadas y un arrimón final que recordó por unos instantes a los de aquellas tardes en Madrid cuando el "maestro" abría la Puerta Grande Las Ventas, concluía la lidia de un flojito, manso y rajadito novillo de Zalduendo. Dos orejas llena de toreo antiguo.

Pisaba de nuevo el ruedo, José Ortega Cano vestido con un traje color café lleno de la elegancia que un tuvo el gran torero de Cartagena y que jamás perderá aunque pasen los años. Tres verónicas de recibo una media y el quite también por verónicas hicieron que el tiempo se parase en cada uno de los capotazos. Con la muleta, "los Ángeles" se vistieron de torero para templar, mandar y torear a un gran novillo de Zalduendo. Mano baja, toreo viejo del que nunca se olvida por muchos años que uno no pise un ruedo. Por mucho que hayan querido destruir a un hombre, jamás podrán destruir a un "TORERO". Dos orejas y rabo.

Castaño, complicado y enrazado salió el tercero. Delante Vicente Ruiz "El Soro", sólo su nombre es sinónimo de "RAZA", dos pares de banderillas en todo lo alto y el sacrificio de toda una vida luchando por seguir siendo torero, le valieron para cortarle las orejas al toro. Poco pudo hacer con la muleta. Pidió el sobrero el Valenciano, demostrando una vez más, que esta gente no está hecha con los genes del resto de los humanos. Invitó en banderillas a Morante y Ventura realizando un tercio lleno de emoción y sin cañones establecidos mientras él sentado en una silla esperaba su turno, para ponerle un par al quiebro en todo lo alto. Y dijo Ortega que él también se sumaba a la fiesta, cogió las banderillas y de fuera a dentro se fue a la cara del novillo y clavo en todo lo alto las banderillas. En el torero como todas las artes, hay momentos en los que las leyes dejan de existir. Con la muleta en la mano "El Soro" demostró el torero que fue un día y el torero que seguirá siendo. Dos orejas a un torero de pies a cabeza.

El más blandito y flojo de la tarde le tocó en suerte a Morante. Verónicas templadas, acompañando el cuerpo a cada vuelo del capote, lentas como esa arena que cae de un reloj. Con la franela, caía cada muletazo con el temple y despaciosidad que sólo es posible explicarlo en los tiempos del toreo, que jamás equivalen al natural del ser humano. Dos orejas y rabo.

Papelón tenía delante Daniel de la Fuente, después de lo vivido durante toda la tarde. Y estuvo a la altura el joven novillero. Tandas templadas y con empaque por ambas manos mostraron el buen hacer del discípulo del de La Puebla. Dos orejas


Se lidio en último lugar uno de El Capea para Diego Ventura, que toreo a caballo como viene haciéndolo durante toda la temporada. Que forma de torear a caballo. Gran faena la del rejoneador. Dos orejas y rabo.

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