VICENTE
PARRA ROLDÁN
Se cumplen hoy noventa años de
la cogida que el diestro onubense Manolito “Litri” sufriera en la plaza de
Málaga y que, unos días después, le produjese la muerte, aún no olvidada por la
afición onubense.
El torero nació de una relación
extramatrimonial entre el matador de toros Miguel Báez Quintero y Margarita
Gómez, empleada de su domicilio. Nació en Huelva el 3 de agosto de 1.905. A
pesar de su origen, el niño fue acogido felizmente en el domicilio matrimonial
donde se crió. La relación paternofilial hizo que la afición taurina hiciera
mella en el niño, tarea en la que también influyeron los amigos y admiradores
del padre.
Aún sin cumplir los catorce
años, Manolito exteriorizó sus deseos de torear y el padre quiso darle una
lección, por lo que solicitó al empresario del coso onubense la adquisición de
dos novillos para ser lidiados por el joven aspirante. Iba a ser un acto a
puerta cerrada pero la noticia se propagó por la ciudad y, en la tarde del 20
de junio de 1.919, los tendidos del coso choquero se llenaron para ver las
cualidades del incipiente torero.
Convencido el padre de los
verdaderos sentimientos de Manolito, le envió a la Escuela de Tauromaquia de
Sevilla. Estuvo allí hasta el 15 de agosto de 1.920, fecha en la que vistió su
primer traje de luces en Valverde del Camino, actuando junto a Rafael Posadas
con reses de M. Castilla. Aquella tarde cortó una oreja y, según el periódico
“El
liberal”, Manolito estuvo “bien toreando y colosal matando”. Al día
siguiente, lidió dos novillos de Cipriano Ramírez junto a Cayetano Naranjo y
Rafael Posada que, aunque no figuraba en el cartel, también mató otro. De esa
actuación se dijo que “Manolito obtuvo gran triunfo, consiguiendo las orejas y
rabo de sus novillos y saliendo a hombros ante un público entusiasmado que
llenaba la plaza.
Los triunfos se fueron
repitiendo y, el mismo día que cumplía 17 años, el 3 de agosto de 1.922, debutó
con caballos, actuando con Joselito “El Algabeño hijo” y Pepe Belmonte,
lidiando novillos de Campos Varela. Sin embargo y pese a los triunfos, las
actuaciones no se prodigan por lo que Manolito se hizo pasar por su padre al
remitir una carta al empresario de Valencia solicitándole una actuación para su
hijo. El empresario accedió con facilidad dada la amistad que tenía con el
viejo Miguel quien descubrió la trama urdida por su hijo pero, comprendiendo la
situación, no hizo nada por impedirlo. Manolito debutó el 20 de mayo de 1.923
en Valencia y, desde entonces, hay una intensa relación afectiva entre la
afición valenciana y la dinastía de los Litri.
Tomó la alternativa el 28 de
septiembre de 1.924 en la plaza de Sevilla, siendo apadrinado por Manuel
Jiménez “Chicuelo” y con el testimonio de Pascual Lalanda, con reses de Moreno
Santamaría. Unos días después, el 9 de octubre, y en festejo a beneficio de la
Cruz Roja, Manolito confirmó su alternativa de manos de Lalanda, actuando
también el rejoneador Antonio Cañero y Nicanor Villalta con reses de
Villamarta.
La temporada de 1.925 fue de un
continuo éxito para el torero onubense, destacando el obtenido el 16 de julio
en la corrida organizada por la Asociación de la Prensa de Madrid. Aquella
tarde actuó junto a Luís Freg, Nicanor Villalta y Cayetano Ordóñez “El Niño de
la Palma” que confirmaba su alternativa. En los chiqueros, reses de Vicente
Martínez y E. Hernández. Manolito cortó dos orejas a su primero y dio la vuelta
en el otro siendo proclamado, tras votación popular, triunfador popular y
ganador de la oreja de oro, haciéndose muy popular el fandango cuya letra
decía:
Qué
importa que sea de Ronda
Y
se llame Cayetano
Cuando
la oreja de oro,
Guardada
como un tesoro,
La
trae Litri en la mano
Manolito, en tan solo una
temporada, había conseguido el fervor y la admiración de todos los aficionados,
por lo que se esperaba con ansiedad la campaña de 1.926 en la que se
vislumbraba la gran dimensión taurina del torero onubense que tenía previsto
iniciar su temporada el 28 de febrero, actuando en su tierra junto a “Zurito”.
Pero al no llegar a un acuerdo Antonio Márquez con la empresa de Málaga para
intervenir en un festejo regio, fue contratado el onubense que hizo el paseíllo
junto a Marcial Lalanda y Antonio de la Haba “Zurito” para lidiar reses de Guadalest
en la tarde del 11 de febrero.
El segundo de la tarde, de
nombre “Extremeño”, alcanzó a Manolito en el segundo pase, volteándole
aparatosamente para volverle a coger y lanzarlo por el aire. En la enfermería,
Manolito fue curado de una herida de 10 cm de extensión por otros 10 de
profundidad en el Triángulo de Scarpa derecho, con gran hemorragia venosa. Tras
la cura, fue trasladado a la clínica del Dr. Lazárraga donde quedó
hospitalizado.
Se pensaba que la herida
cicatrizaría en poco más de un mes y medio, pero el diestro fue empeorando y el
día 15 de febrero se presentó un flemón gaseoso que hizo necesaria una nueva
intervención quirúrgica. Unos días después, el 25 de febrero, hubo necesidad de
amputar la pierna derecha tras haber dado su conformidad el padre del torero
quien, junto a su mozo de espadas “El Salao” y sus banderilleros Vito y Galea
le ocultaron la amputación.
Tras charlar con ellos,
Manolito, al no poder conciliar el sueño, pidió una novela para leer, quedando
adormilado hasta que, de madrugada, el doctor Lazárraga comprobó que el torero
no tenía pulso por lo que procedió a su reanimación mientras Manolito se
despedía de sus íntimos, pidiendo la presencia de un sacerdote y, tras
abrazarse a su padre, entrar en estado agónico, falleciendo a las 11 de la
mañana del día 26 de febrero de 1.926.
Su cadáver fue trasladado a
Huelva y toda la ciudad se echó a la calle para, primero, velarle en el Centro
de Instrucción Comercial, donde se instaló la capilla ardiente y,
posteriormente, durante su entierro en el cementerio de San Sebastián. Toda la
ciudad vivió con intensidad esa jornada luctuosa de las que se cumplen hoy 90
años y siguen estando presentes en la mente de muchos aficionados onubenses que
recuerdan la trayectoria de Manolito Litri.
No hay comentarios:
Publicar un comentario