martes, 29 de marzo de 2016

Resurrección de emociones.

Grandiosa ovación durante y al final del paseíllo saliendo las tres figuras del toreo que vuelven a Sevilla. Lleno de no hay billetes. Corrida desrazada de Garcigrande.
Crónica de Conchita Rodriguez.

Morante de celeste y azabache recibe al primero  a la verónica. Poca fuerza en el caballo. Arriesgado par de Carretero. Morante brinda a Sevilla. Pases sueltos y templados de regusto en las dos primeras series.  El toro se fue a menos y Morante decidió cortar faena yendo a por el estoque. Estocada. Palmas.

Morante en el recibo al cuarto no pudo gustarse aunque dio 2 verónicas y media barrocas que quitaron el sentío a más de un@. Posteriormente al toro malaje Lili le perdió la cara un solo instante, y le sobró tiempo para meterle el pitón y engancharlo. Con el cuerpo entrecortado Morante inició faena donde lo intentó por el lado derecho dando posteriormente los mejores naturales marca de la casa de La Puebla. Volvió de manera rotunda por el otro pitón con pases arrebatados y adornos por bajo que levantaron al público de sus asientos. Los ayudados por alto fueron sublimes. El sevillano estaba a gusto y todo le sirvió. El toro no cuadraba pues huía a chiqueros y tras sonar un aviso metió una estocada casi entera. Siguió huyendo y sonó el segundo, y tras ese y fuera de tiempo, el tercero. Una pena. Al corral.... Morante salió a saludar al tercio entre
Palmas y bronca. Estas son también cosas de artistas y quedará en la memoria histórica y escrita de la Maestranza. Sevilla volverá a esperarlo en las cuatro tardes que le quedan, estoy segura porque no se pudo torear con más verdad, más despacio y más entregado. Lo del corral, una anécdota más.

José María Manzanares de grana y oro recibe al segundo toro, mucho mejor hecho y más armado, que sale un tanto suelto y no obedece a la capa del alicantino. El toro, muy avanto y manso acudió al caballo de puerta para después derribar al caballo que montaba Chocolate. Talavante al quite y Manzanares se pica y responde por chicuelinas ajustadas rematando con revolera. Extraordinaria la cuadrilla de Manzanares en la brega y en banderillas recogiendo una gran ovación. Comenzó probando al toro para engancharlo por el pitón derecho en una serie sublime de mano baja hilvanar a otra de menos altura pero buena profundidad. Tras intentarlo por el pitón contrario bajó la intensidad y volvió a lo primero. El toro ya muy desrazado obedeció de manera intermitente bajando la chispa. Mató de estocada. Palmas.

Al segundo lo recibió a la verónica Manzanares y dio una gran pelea en varas en la cabalgadura del gran Barroso que estuvo cumbre y aguantó la pelea. Inmediatamente cogió el sitio con clase y empaque al quinto que era bandido, y que de hecho se apagó de manera inmediata. Estocada y silencio.

Alejandro Talavante de azul rey y oro, recibió al tercero bis tras ser devuelto el tercero por inválido. Éste tampoco estaba muy allá al igual que sus hermanos,  tras un tercio de banderillas en el que el toro caía en el embroque de la suerte y no teníamos esperanza alguna de ver algo, el extremeño se fue a los medios y arrancó muletazos de gran profundidad de manera firme y asentada. Al natural todo cambió mientras se inventaba pases mágicos casi inimaginables. Arrancó Tejera con Dávila Miura y cambió al pitón derecho por donde le siguió dando más fiesta. La trompeta del pasodoble sonó al natural y remates por bajo mientras el toro metía la cara por donde el torero le enseñaba. Fue de todas formas el que tuvo mejor son y ritmo en su embestida y Talavante lo supo entender. Mató de estocada. Cortó una merecidísima oreja.


Recibió al que cerró plaza a la verónica de manera pausada. Brinda a la Maestranza. No pudo llevar a cabo una faena meramente artística pero se rompió con el toro y puso toda la carne en el asador. Se puso en el sitio,  dio distancias exactas, templó y mandó en definitiva y emocionó a todos con su poder aplastante. Para colmo adornó con todo tipo de pases, trincherazos y kikirikí incluido. Pinchazo y estocada. Petición de oreja denegada. Ovación de despedida. Tanta verdad transmitió, que nos quedamos perplejos sin verlo hasta el año próximo?

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