López Simón y Cayetano Martínez
de Irujo mezclaron toreo y deporte en el mano a mano en la Fundación Cajasol
La edición número 41 de estos encuentros volvió a gozar de un gran ambiente
El matador de toros López Simón y el jinete Cayetano Martínez de Irujo protagonizaron un multitudinario e interesante encuentro en los Mano a mano de la Fundación Cajasol. La velada se desarrolló en el Teatro Cajasol, que registró una gran entrada para presenciar en el primero de estos actos en 2017. En esta ocasión se buscaron conexiones entre el mundo del toro y el deporte, aunque también se abordaron temas de interés de las carreras de ambos protagonistas.
Con el de anoche, estos encuentros han llegado a su edición número 41. El periodista José Enrique Moreno fue el encargado de conducir el acto, en el que desde el primer momento López Simón y Cayetano Martínez de Irujo hicieron gala de su amistad, de la admiración que se profesan y de las conexiones que tiene el toreo y el mundo del caballo.
Por otro lado, López Simón también habló de la relación con el jinete: “Es una de las personas con la que de repente sientes una conexión fuerte. Me ha acompañado en tardes muy importantes. Ese calor de los amigos siempre es un punto más”. En cuanto a sus inicios en la escuela, el diestro narró una anécdota: “Un profesor de la escuela me dijo que esto no era lo mío, que doblase el capote y la muleta y que me fuera, menos mal que no lo hice. Ahora cuando me ve me dice que él sabía que llegaría”.
Pusieron nexos en común en las
trayectorias de los protagonistas, como el de sus inicios, que fueron duros. “De novillero toreé bastante, después de mi
alternativa en Sevilla vino el bajón. Estuve dos años en los que toreaba unas 8
corridas, me costaba hasta torear en el campo. Hace dos años solo tenía Madrid
y tenía que mentalizarme en querer, tiré la moneda y salió cara”, comentaba
López Simón.
Por su parte Cayetano: “Me pusieron el cartel de niño mimado,
de palacio y que me lo habían dado todo, pero no fue así, todo lo que conseguí
como profesional fue gracias al esfuerzo. Yo llegué a las Olimpiadas de
Barcelona con un caballo alquilado, quedamos cuartos. Rozamos la gloria”.La filosofía de ambos a la hora de afrontar una carrera era otro de los nexos que tenían en común. “El que no sufre no triunfa”, señaló el jinete. “Hay que quitarse el triunfo de la cabeza. No hay que buscar el triunfo sino lo que te hace feliz. Esa búsqueda y el trabajo hacen que el triunfo termine llegando”, sentenciaba el torero.
El periodista José Enrique Moreno les preguntó por sus referentes en el mundo del toro. Cayetano, acordándose de su madre la Duquesa de Alba en todo momento, comentaba riendo: “Discutía mucho con mi madre en esto, ella era Currista y yo sinceramente no. Yo soy un currante. Me gustaba mucho Manzanares padre y ahora su hijo, después me gustó Ponce y el dominio de El Juli y ahora soy totalmente “albertista’”.
En un emplazamiento como Sevilla, los protagonistas no podían irse sin tocar este tema. “Sevilla te incita a torear, hay buenos aficionados que no hay en todas las plazas, la banda, los olés…”, explicaba el diestro, a lo que añadió: “Todos los toreros cuando soñamos una faena lo hacemos en el marco de la Maestranza de Sevilla”.
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