Sepúlveda
rinde homenaje a su torero a través de una exposición y toreo de salón
Una
exposición de fotografías del madrileño Roberto Ferrero instalada en el
Edificio de El Reloj de Sepúlveda y una actividad de toreo de salón en la Plaza
de España de la localidad segoviana han sido las actividades que han
protagonizado un fin semana de recuerdo a Víctor Barrio, en vísperas del que
hubiera sido su 30 cumpleaños.
Sepúlveda ha rendido un
homenaje muy emotivo y especial este fin de semana a Víctor Barrio. En vísperas
del que hubiera sido el 30 cumpleaños del diestro segoviano y en el primer
aniversario de su último paseíllo en la Feria de San Isidro, han sido numerosos
los eventos que han querido recordar a una persona tan querida en esta
localidad.
El viernes por la tarde tuvo
lugar la inauguración de la exposición “Víctor Barrio. In Memoriam”, del
fotógrafo de San Sebastián de los Reyes, Roberto Ferrero. A través del objetivo
del madrileño se pueden ver los momentos más importantes y especiales de la
trayectoria de Víctor Barrio en las plazas de toros de
Las Ventas y
Valdemorillo (Madrid), donde el segoviano consiguió algunos de sus triunfos más
contundentes. Un total de 27 instantáneas reflejan todas las cualidades y
virtudes que atesoraba Barrio como torero y como persona. Sensibilidad,
tauromaquia y sentimientos se desprenden de cada una de las obras de la
muestra.
El acto contó con la periodista
Elena Salamanca, aficionada y amiga personal de Barrio, como maestra de
ceremonias. A pesar de la inevitable emotividad del momento, Salamanca pidió a
todos los presentes, que abarrotaban las dos salas del castillo de Sepúlveda,
que mirasen las fotografías “de la misma forma en la que Víctor nos miraba a
cada uno de nosotros: siempre con una sonrisa contagiosa en los labios”. La
periodista salmantina hizo un repaso por la historia profesional que unió hace
ya varios años a Roberto Ferrero y Víctor Barrio para, a continuación, ceder el
micrófono al autor de la muestra.
El fotógrafo madrileño declaró
llevar muchos meses con la exposición en la cabeza y desde hace unos pocos, le
ha quitado hasta el sueño. Relató que descubrió Sepúlveda de la mano de una
amiga hace pocos años y se rindió a sus pies. “Cuando comencé a idear esta
exposición pensé que tenía que conseguir que Sepúlveda se rindiese a mis pies
como a mí me había ocurrido con ella, pero en los últimos días me he dado
cuenta, tras ese arranque de soberbia, que lo que tenía que hacer es que
Sepúlveda se rindiese a los pies de Víctor Barrio”, declaró Ferrero. Y en
palabras de los asistentes al acto, lo consiguió con creces.
Tras el fotógrafo, tomó la
palabra Esther Hernanz, madre de Barrio, para agradecer la exposición y todo el
cariño y el apoyo recibido, “especialmente, en esta ocasión, de mi familia”,
afirmó. Además, Esther recordó una conversación con Víctor, en la que “mi hijo
decía que con conseguir que diez personas que no conocían el mundo del toro se
hiciesen aficionadas, se sentiría más que satisfecho. Pues bien, a día de hoy
yo conozco a unos pocos de cientos que lo son, así que tiene que estar muy
orgulloso de lo que ha logrado y nosotros intentaremos que sigan sumando”.
Sergio de Miguel, presidente de
la ACT “Amigos de Víctor Barrio” hizo entrega a Roberto Ferrero de un ejemplar
del libro “Toros para niños” de Juan Iranzo, dedicado a Barrio, como recuerdo
de su paso por Sepúlveda.
Para concluir, Ferrero leyó
unas emotivas palabras que había escrito una noche, en la soledad de su
habitación, en clave de conversación en silencio con Víctor Barrio.
La exposición “Víctor Barrio.
In Memoriam” permanecerá en la villa sepulvedana hasta el lunes, 29 de mayo.
No ha sido casualidad que la
exposición se haya mostrado en estas fechas. El lunes 29 de mayo el diestro
segoviano cumpliría 30 años y también se cumple un año de su último paso por la
Feria de San Isidro de Madrid, donde volvió a dejar una grata impresión entre
la afición y protagonizó un bonito brindis dedicado a las mujeres que
personificó en la Infanta Doña Elena.
Toreo
de salón para todos los públicos
El sábado los capotes y muletas
volvieron a llenar de color y torería la
Plaza de España de Sepúlveda. La
Asociación de Aficionados Prácticos Taurinos “Víctor Barrio” organizó una
actividad de toreo de salón en la calle en recuerdo a quien tantos ratos pasó
con ellos transmitiéndoles la pasión por el mundo del toro. En ella
participaron personas de todas las edades: muchos niños (muestra de la semilla
que Víctor Barrio sembró), pero también adultos e, incluso, turistas que
tuvieron su primer contacto con la tauromaquia. El novillero Daniel Menés,
amigo personal de Barrio, acompañó en este acto a los aficionados sepulvedanos
enseñando a coger los trastos y a moverlos con profesionalidad a todos cuantos
se congregaron allí.
Aunque el gran protagonista de
la sesión fue Juli, un niño de cuatro años llegado desde Madrid que, vestido de
corto, impresionó a todos los presentes con su desparpajo, habilidad y gusto
para torear.
Todos estos actos muestran que Víctor sigue siendo profeta en su tierra. Sus amigos se
encargan de que su legado siga vivo y siguen trabajando para crear afición,
como su torero hubiese querido.
Las fotografías de la
inauguración son de Eva Sánchez.
Las fotografías del toreo de
salón de Soraya Sanz.
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