Vicente Parra Roldán
Una de las alternativas más anecdóticas la
protagonizó Jorge Fernández García Izquierdo, más conocido en el mundillo
taurino como Jorge Buendía, quien, después de haber pasado por la situación de
banderillero a las órdenes, entre otros, de Antonio Borrero Chamaco, decidió
hacerse matador de toros.
Y se fue hasta Guatemala para cumplir su deseo que
hizo realidad en la plaza de Morazal en la jornada del 25 de diciembre de 2005,
día en el que el francés Michel Lagravere le cedió un toro de la ganadería de
Nery Betancourt y que Jorge, vistiendo un terno blanco roto y azabache, brindó
a su padre que le acompañó en esta aventura americana.
Fue su presentación como matador de toros y, al
mismo tiempo, su despedida pues, después de aquel día, Jorge Buendía no ha
vuelto a ponerse de luces delante de ningún toro. Su sueño de ser matador de
toros se había cumplido. Informó.- Raúl Valdivieso
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