Solo Antonio Ferrera escuchó palmas en la corrida de Adolfo Martín. Fue tras exprimir al cuarto de la tarde y fallar con la espada. Los toros no dieron buen juego e imposibilitaron el triunfo de la terna completada por Juan Bautista y Manuel Escribano.
El cuarto derribó al caballo en el primer encuentro. Antonio Ferrera desistió de banderillear al toro. Con la muleta, el animal se rajó y Ferrera lo buscó para tratar de sujetarlo. En terrenos de tablas, logró expimirlo y sacarle naturales de mucho mérito. Cimbreó la cintura para lograr alargar los muletazos en una serie y en otra buscó la colocación con desplantes al tendido. La faena cobró relevancia pero anduvo mal con la espada y le llegaron a sonar los dos avisos. Al primero lo sacó con lances hacia los medios, después de que le rompiera la taleguilla de un pitonazo. Compartió el tercio de banderillas con Manuel Escribano y se encontró con un animal que reponía en cada pase. También pinchó.
Con el segundo, Juan Bautista también estuvo desacertado con la espada. El quinto tuvo calidad pero fue blando de manos y el público lo protestó. Tampoco se mostraron favorables a que el francés trazara una faena larga, debido a la condición del animal.
Manuel Escribano saludó al tercero a porta gayola. Compartió el tercio de banderillas con Ferrera. Se vino por dentro en la muleta en una labor breve que se desarrolló por el pitón derecho porque por el izquierdo fue aún peor. En el último se llevó una gran ovación tras un par muy comprometido para adentro, cerrado en tablas. Fue un animal muy agarrado al piso y reservón.
Ficha del Festejo
Toros de Adolfo Martín de pobre juego
Antonio Ferrera, silencio / palmas tras dos avisos
Juan Bautista, pitos / silencio
Manuel Escribano, silencio / silencio
Incidencias.- Más de tres cuartos del aforo.
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