ESPEREMOS POR EL BIEN DE LAS
FIESTAS QUE VUELVAN LOS TOROS A BOGOTÁ
Inaugurada el 8 de febrero 1931
por los diestros Manolo Martínez, Gallito de Zafra y Mariano Rodríguez, que
lidiaron ganado de Mondoñedo (asistió el presidente Enrique Olaya Herrera).
El promotor fue Ignacio Sanz de
Santamaría, ganadero, propietario del hierro de Mondoñedo, que la edificó a 300
metros de donde se ubicaba desde 1915 el Circo de San Diego. Capacidad para
14.500 personas. Costó 400000 dólares. Además de los 200000 pesos que costó el
terreno.
Los ingenieros Adonaí Martínez
y Eduardo Lazcano se hicieron cargo de la obra (unos dicen que inspirada en la
plaza de San Sebastián, en España, donde pasaba muchos verano el propietario
(Ignacio Sanz de Santamaría), y otros que inspirado en unos planos de una plaza
que se iba a construir en Lima. La fachada fue diseñada en los años 40 por el
arquitecto español Santiago de la Mora, en estilo mudéjar.
Todos los años entre los meses
de enero y febrero en este escenario se realiza la tradicional temporada
taurina de Bogotá.
El Constitucional decidirá el
jueves si vuelven los toros a Bogotá.
Dos fallos anteriores del
tribunal fueron favorables
La Corte Constitucional de
Colombia tratará este jueves la legalidad de la prohibición de la fiesta de los
toros en la plaza de toros de Bogotá. El tribunal tendrá que valorar el recurso
interpuesto por la Corporación Taurina de Bogotá por el cierre del coso para
eventos taurinos por parte del alcalde de la capital, Gustavo Petro.
A favor de la Corporación que
preside Felipe Negret hay dos antecedentes. El pasado mes de octubre de 2012,
cuando el tribunal concluyó que los alcaldes y concejos no tienen facultad para
suspender o prohibir las corridas en aquellos municipios donde exista tradición
histórica y cultural. Por otra parte, la normativa en Colombia exige una
autorización municipal para poder celebrar eventos taurinos y ese podría ser un
inconveniente ante la negativa de Petro, pero sobre este particular también
falló el Constitucional en 2010 aclarando que en donde existe la cultura
taurina los empresarios o quienes organicen esos eventos no necesitan
autorización municipal diferente a la que se tramita en cualquier otro evento
público.
En el caso de que la Corte
Constitucional se muestre en contra de la prohibición, el alcalde tendrá que
pronunciarse sobre el caso. Aun así habrá que esperar el fallo del tribunal
para saber si las puertas de la Santamaría se vuelven a abrir para los
aficionados.
Informa Vero Martínez
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