Vicente Parra Roldán
La fecha del 11 de septiembre
de 1.966 está marcada en la vida del torero onubense Pedro Quintero Macías “El
Gallero” por cuanto ese día actuó por última vez en público como torero
profesional. Y lo hizo en la plaza de toros de Moguer, en el segundo festejo de
la feria de dicho año.
Pedro ya llevaba algún tiempo
alejado del mundo taurino tras haber encontrado un trabajo estable en la
refinería de petróleo y había rehusado intervenir en algunos festejos para los
que había sido llamado. Sin embargo, la insistente petición de sus jefes para
que actuara en la localidad juanramoniana hizo que El Gallero accediese a
actuar en el festejo.
En la novillada se lidiaron
astados de Soto de la Fuente e hicieron el paseíllo Isaías González, El
Platanito, El Palermo y Pedro Quintero “El Gallero”. El valverdeño Isaías
González cortó una oreja en el que abrió plaza mientras que Platanito fue
abroncado por el público al no poner en práctica su repertorio y El Palermo fue
el triunfador al cortar las dos orejas del que cerró plaza.
En tercer lugar actuó El
Gallero quien se encontró con un animal sin fuerzas que estuvo más tiempo
rodando por la arena que de pie. Las ganas y deseos de Pedro se fueron
estrellando por cuanto, dadas las condiciones de su oponente, nunca pudo darle
dos pases seguidos aunque supo ganarse las ovaciones de los tendidos en algunos
muletazos sueltos que pudo dar. Tampoco estuvo afortunado a la hora de matar y,
al finalizar su actuación, el público le aplaudió cariñosamente mientras
abroncaba al toro en su arrastre.
Y así fue como Pedro Quintero
“El Gallero” puso punto y final a su carrera profesional taurina. La falta de
contratos como torero y su buena colocación en la empresa americana, en la que
permaneció hasta su jubilación laboral, hicieron que Pedro emprendiera otros
caminos aunque siempre ha estado ligado al mundo de la tauromaquia.
En esta misma feria, también se
celebró una novillada picada en la que se lidiaron buenos astados de Soto de la
Fuente. El Barquillero dio la vuelta en el que abrió plaza y cortó una oreja en
el cuarto; José Luis Capillé le cortó el rabo a su primero y las dos orejas al
quinto mientras que Calerito obtuvo las dos orejas del primero de su lote el
rabo del que cerró plaza.
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