domingo, 20 de agosto de 2017

Pepe Moral, puerta grande en el cierre de Valverde.



Plaza de Toros de Valverde del Camino (Huelva)

Se presentaban en este coso centenario de la calle Carpinteros, el torero de Salteras, Manuel Jesús “El Cid” y el torero de Los Palacios, Pepe Moral junto al triguereño David de Miranda. 

Una atractiva terna para lidiar un encierro de Luis Albarrán, que dio al traste con la ilusión del aficionado y de los toreros.
Una corrida con poca fuerza con la que la terna dejo lo mejor de ellos en cada lance, siendo el quinto de la tarde, protestado de salida, quien a la postre desarrollara mejor brega. 

Fue el torero de Los Palacios quien se llevó el lote de la tarde. Estuvo Pepe Moral, entonado, encajado, hondo, con las zapatillas asentadas y con temple en el manejo de las telas. Fue ese quinto toro donde se dibujaron los eternos naturales enganchados de principio a fin, mientras sonaban los acordes de la banda de música y los oles acompañaban cada muletazo del sevillano. El Palaciego se gustaba en cada serie, encajando los riñones, con las zapatillas hundidas en el dorado albero, mientras la bamba de la muleta con un sutil toque citaba al burel que presto acudía al cite que le mostraba Pepe Moral. Una faena de menos a más que iba calando en el tendido, convirtiendo los desaires del principio en sonoros aplausos al final de cada serie. Hondura en la muleta y en los redondos antes de poner fin con un certero espadazo que hacían rodar al toro, pedía el respetable las orejas para el torero y una sonora ovación acompañaba al burel en el tiro de mulillas hacia los adentros.  

En el primero de su lote, más parado, tuvo Pepe Moral que tirar de oficio y recursos para sacar el jugo que llevaba dentro. Una faena que tuvo momentos de brillantez en la pañosa, dejando ver el buen momento del torero de Los Palacios. 

Llegaba también a esta plaza en su primer paseíllo el torero de Salteras, Manuel Jesús “El Cid”, oficio, técnica  y buenas maneras no se le faltan al espada para dejarlo todo en cada compromiso que afronta. Su lote desigual en comportamiento y juego, dejó ver la buena mano izquierda del sevillano, si bien el juego de sus toros, escasos de fuerza y a los que tuvo que mimar, no tenían el empuje necesario para llegar con fuerza a los tendidos. Faenas medidas y bien enjaretadas, se emborronaron una tarde más por el uso de los aceros. 

El peor lote sin duda fue a parar a manos del Triguereño, David de Miranda, un lote muy desigual, con un primero mentiroso que se lo guardaba todo y un cierra plaza, parado y sin fondo ante el que el triguereño arriesgo en exceso y a punto estuvo de costarle una cornada en las postrimerías de la faena cuando cerraba su tarde con unas bernardinas.
No dejó estirarse a la verónica el primero de la tarde, con una embestida brusca y pegando arreones, que se pararon en su paso por los montados, una parada de mentira, con todas las fuerzas reservadas, que en cuando veían a alguien desarmado acudía con celo a prenderlo. Tiro de garra y oficio David para sacarle faena, a base de exprimirlo y sacarle las tandas con mucho temple. Bien estuvo en la brega Manolo Contreras para dejar colocado en suerte al astado que banderillero de manera magistral Fernando Pereira que tras dos soberbios pares se desmonteraba, aseado y bien ejecutado también el par de Pedro Muriel.
Hacía lo propio Manolo Contreras en el sexto de la tarde tras dos pares se desmonteraba, mientras en la brega intentaba enseñar los caminos el percal de Fernando Pereira, caminos que no quiso seguir el marmolillo sexto, ante el que David de Miranda se la jugó, tirando de raza y oficio ante sus paisanos y los miles de aficionados que llenaban en casi tres cuartos el coso valverdeño. Un astado muy parado y recorrido nulo, donde el onubense dejó abandonado el cuerpo para ponerlo al servicio de toro en cada lance, desagradecido el toro y muy generoso el torero que a punto estuvo de recibir una cornada en el final de faena, cuando unas ceñidísimas bernardinas dejaban al torero desarmado y era prendido por el burel.
El susto en la grada, los compañeros corriendo en su auxilio y el torero sin mirarse, con esa raza que le caracteriza, volvía de nuevo a la cara del toro para finalizar su tarde.

Ficha del Festejo
Toros de Luis Albarrán, desiguales de juego y escasos de fuerza en general. Aplaudido el quinto en el arrastre.
Manuel Jesús “El Cid”, oreja / ovación
Pepe Moral, oreja / oreja con petición de la segunda
David de Miranda, oreja / ovación
Incidencias.- Casi tres cuartos del aforo. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de Barcelona. Se desmonteran Fernando Pereira en el tercero y Manolo Contreras en el sexto.

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