VICENTE
PARRA ROLDÁN
No se prodigó mucho por nuestra
capital el matador de toros cordobés Manuel Rodríguez “Manolete” pues, a lo
largo de su carrera artística, sólo actuó en dos ocasiones, una como novillero
y otra como matador.
La primera de ellas, se produjo
en la tarde del 11 de septiembre de 1.938 en un festejo, de carácter benéfico,
organizado por Falange Española Tradicionalista y de las JONS y que contó con
un lleno de espectadores en la plaza entre los que se encontraban muchos
llegados desde diversas localidades de la provincia y de Sevilla. Incluso hubo
donativos de entradas para que pudiesen acudir personas con escasos recursos
económicos.
La banda de música interpretó,
antes de comenzar el festejo, el “Cara al sol” y, a la finalización del mismo,
los himnos de Falange, Orlamendi y Nacional. Además, en un palco, un grupo de jóvenes
lucieron la clásica mantilla española. En la presidencia oficial estuvo Pilar
Primo de Rivera acompañada de altos mandos de la Falange.
El cartel estuvo compuesto por
novillos de Carmen de Federico para Manolete, Pepe Luís Vázquez y Curro
Frijones. El triunfador de la tarde fue Pepe Luís Vázquez que cortó las dos
orejas y el rabo a sus dos novillos mientras que Curro Frijones paseó el anillo
en el tercero de la tarde.
El novillero cordobés, según la
reseña del festejo firmada por Antonio Rebollo, no llegó a convencer totalmente
al público aunque, en algunos momentos, se le vieron notables destellos. En su
primero jugó bien los brazos consiguiendo algunos lances aceptables debido a la
nobleza del animal, pasando sin pena ni gloria el tercio de quites. Manolete
toreó con la muleta con muchas precauciones pero luego estuvo reposado y hasta
cogió el pitón, pero sin ligar la faena, entrando a herir sin arte, agarrando
un pinchazo, otro sin soltar y, con la ayuda del peonaje, colocó una estocada
entera que fue suficiente. Se le ovacionó y dio la vuelta al ruedo.
En el cuarto, al intentar
lancearlo, perdió el capote, pasando desapercibida su labor como igualmente en
los quites. Con la muleta le anduvo por la cara al novillo sin conseguir
adornarse y, haciendo la ejecución de buena manera, mató de una estocada
contraria. No obstante, se le ovacionó.
La siguiente actuación de El
Monstruo de Córdoba fue el 19 de julio de 1.942 en un festejo que duró dos
horas y cuarto aunque el público, satisfecho con la labor de los diestros,
aceptó tan amplio metraje.
En esta ocasión, Manolete hizo
el paseíllo con Pepe Luís Vázquez y Paquito Casado para lidiar reses de Marzal
que acometieron en general a los caballos pero que rehusaron los engaños de
capa y muleta, haciéndose premiosa la lidia.
Manolete pasaportó a su primero
con más decoro del que mereció la mansedumbre de la res a la que tuvo que
buscar en todos los terrenos y se afanó con su segundo que, un poco más dócil,
consintió la faena del cordobés, iniciada con tres por alto magníficos para
seguir por naturales en dos series. Insistió Manolete a base del toreo
fundamental y, tras dominar al bicho, llevó a cabo vistosos adornos, entre
ellos, tres manoletinas. Mató de media en las agujas saliendo con la pechera de
la camisa rota. En esta ocasión, dio la vuelta al ruedo.
Pepe Luís Vázquez fue
ovacionado al igual que Paquito Casado en una tarde que, por las condiciones
del animal, ninguno de los diestros pudo lucirse.
Manolete también estuvo
anunciado para participar en la corrida de toros de las Fiestas Colombinas del
año 1.947 en la que se lidiaron astados de los Herederos de Juan Guardiola.
Estas fueron las dos únicas
actuaciones de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” en Huelva a lo largo de su
dilatada carrera taurina pues no consta ninguna intervención en los cosos
existentes en nuestra provincia.
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