El matador de toros Manuel Díaz ‘El Cordobés’ se sincera en
esta amplia entrevista sobre su estado actual en la Fiesta. Manuel Díaz es un torero en plena
madurez que mantiene intacta su ilusión por vestirse de luces en cualquier
plaza y circunstancia. ‘El Cordobés’
afirma rotundamente que lo que más le gusta en el mundo “Es torear y ser torero” y que
el secreto de estar continuamente en lo más alto, “Es por la fidelidad a mi concepto, a mi forma de entender la vida, al
amor que le tengo al toro y a la felicidad interior con la que convivo
permanentemente”.
Manuel
Díaz ‘El Cordobés’ próximamente trenzará el paseíllo en la Feria de localidad sevillana de Dos
Hermanas, será el 20 de mayo, junto a Rivera
Ordoñez ‘Paquirri’ y el diestro local Antonio
Nazaré, con una corrida del hierro de Sancho
Dávila.
“Volver
a Dos hermanas siempre es muy ilusiónate y como dicen los antiguos a las
puertas de Sevilla. Es un cartel muy bonito con mi compañero ‘Paquirri’ y con
Nazaré, y creo que es una tarde significativa para reclamar que en Dos Hermanas
hay una gran afición a los toros. Considero que es un cartel importante porque
es para todos los púbicos, es un cartel abierto donde pueden acudir aficionados
más selectos. Francisco acaba de triunfar en La Maestranza, Antonio es un
torero muy clásico y yo soy un torero muy popular, por tanto pienso que hay
muchos alicientes juntos en la tarde y además en una Feria tan arraigada como
es la de Dos Hermanas”.
Sobre la afición de la ciudad
de nazarena Manuel Díaz expresaba lo
siguiente “Es una gran ciudad, con una
población que vive el toreo constantemente y yo reivindico desde aquí que Dos
Hermanas debe tener una plaza de toros de mampostería. El público siempre ha
respondido a los festejos que se han celebrado en su Feria y para esta ocasión
existe un gran ambiente entre los aficionados. Según me han comentado los
empresarios las taquillas están muy animadas y eso es una buena señal de que el
cartel tiene tirón y de que en Dos Hermanas hay muchos aficionados”.
‘El
Cordobés que es consciente de la numerosa afición de Dos Hermanas, también es conocedor de
la dificultad que ponen sus dirigentes para organizar el festejo. “Eso es un hándicap que vamos a tener
siempre. Hoy en día, políticamente el mundo del toro lo están atacando
demasiado y creo que es una moda el ser antitaurino, el estar en contra de la
Fiesta de los Toros. Personalmente pienso que así se obvian otros graves
problemas que existen en la sociedad y que se pasan por el alto como por
ejemplo, el maltrato a las mujeres, la falta de recursos a tantos españoles que
lo están pasando muy mal al borde la pobreza y esas cosas se pasan por alto,
mientras algunos señores se dedican a decir que los toros no valen o que los
toros hay que quitarlos. Lo peor es que algunos hablan sin saber y atacan sin
conocer la tauromaquia, por ejemplo, yo jamás hablaría de política porque la
desconozco pero desde luego no la atacaría. Esos sería entrar en otro debate
ahora y creo que mejor no hacerlo. Lo importante es que se llene la plaza el
sábado igual que ha pasado en Sevilla y manifestemos de forma pacífica que el
toreo está más vivo que nunca”.
Por otra parte Manuel Díaz analizaba su momento
actual “Lo cierto que ahora busco
disfrutar y antes además de eso, tenía la necesidad de cortar las orejas.
Lógicamente si llegan bienvenidas son por el torero quiere el triunfo cuando se
viste de torero y cortarlas supone siempre el éxito. Sin embargo a veces no
hace falta cortar orejas para triunfar porque cuando expresas los sentimientos
delante de un toro y la gente te lo ha sabido valorar ya has encontrado la
mayor recompensa. En esta etapa de mi vida busco otro sentido personalmente, la
plenitud y sobre todo estar a gusto conmigo mismo”.
A pesar de esa nueva dimensión
interior que ‘El Cordobés ha
encontrado continúa inamovible la fidelidad a sus principios y su personal
concepto de torear “Yo siempre ha
intentado no fallarme a mí mismo y ese ha sido mi objetivo siempre. Creo que
eso deben tenerlo en cuenta los chavales que quieren ser toreros, que sean
fieles a ellos mismos a pesar de algún consejo discrepante en sus formas.
Cuando uno confía en sí mismo es sabedor de sus armas. Yo llevo 25 años de
matador de toros, unas 2000 corridas por todas las plazas del mundo y al margen
de los triunfos obtenidos durante mi carrera he seguido siendo fiel a mismo
porque confié en mis posibilidades desde
el primer momento. Con humildad, yo me siento un triunfador tal y como he sido
desde mis inicios”.
Otro aspecto importante que Manuel siempre tiene presente es la
devoción y su fidelidad al público “Contrariamente
de que uno pase un mal rato delante de algún toro, el público tiene que salir
satisfecho y contento de la plaza. El aficionado que paga una entrada tiene los
máximos respetos y debe abandonar la plaza contento de alegría, incluso habiendo
pasado fatiguitas con un ‘guasa’ que te hace pasar un mal trago. Por eso, la
faena soñada nunca se hace y te mantiene vivo en esto para quererla hacer cada
vez que me visto de torero”.
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