Acaba Zaragoza (casi, queda la
corrida de rejones) y se acaba el mundo. O eso parece. El planeta taurino 2014
a falta de los últimos coletazos. La feria de Jaén y algún festejo. Pero Madrid
y Sevilla echan cerrojo hasta el año que viene. Dios mediante. Se cierra un
ciclo. Un ciclo de muchas grietas, alguna sorpresa y un buen puñado de
incógnitas a desvelar durante los próximos meses. Se nos echa encima el
invierno, a pesar de que nos vamos de Zaragoza, comienzo estas líneas con medio
pie en el AVE, con la primavera, que no otoño en lo alto. Tan raro todo como
esta temporada enrevesada y carcomida entre los intereses privados, los
públicos, los de tres, los de siempre y un nudo en el estómago por el eterno dilema
de quién sacará la cara por la afición. En esta encrucijada sobresale la nota
positiva de la aún en el horno Feria del Pilar, cambios de aires, de manos y
nueva apuesta que ha tenido respuesta directa en el público. Varios llenos
consecutivos, y el más flojo de las corrida fuertes, el de ayer. El Juli ponía el cierre a esa
innovadora temporada que presentó por el mes de febrero que ha acabado con un
cambio de rumbo en el apoderado: adiós Roberto Domínguez; bienvenido Luisma
Lozano. No hubo brindis de despedida, pero sí cierre a lo grande y con la
suerte de cara. A él fue a parar el lote de la tarde. Los dos únicos toros, con
matices muy distintos, pero ambos de triunfo. Para consagrarse fue el de Parladé, el tercero, en una buena camada
del ganadero, toro de excelente clase, repetición, franqueza y manteniendo ese
punto de transmisión para que lo que ocurría fuera importante. Juli se apartó
de ese vértigo que le acelera otras tardes y la virtud que mantuvo de principio
a fin en la faena fue el temple y el ritmo. Hizo un trasteo terso, limpio,
encajando muletazos profundos por la largura, rompía al toro, lo obligaba, era
animal para olvidarse y recrearse y en esa ecuación vaciaba por fuera al toro
en ese largo viaje más poderoso que emotivo. Se reunió con el animal pronto en
las cercanías y con luquecinas remató una obra que le separó de los dos trofeos
un mal uso de la espada.
Leer más: De ese Juli sereno y
templado que triunfó - La Razón digital
http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/7619517/toros/de-ese-juli-sereno-y-templado-que-triunfo#Ttt1r4b7hCrLbfqQ
Ficha
del Festejo
Tres toros de Parladé (2º, muy bueno; 4º, aplomado
tras su larguísima pelea en varas; y 6º, descastado), dos de Victoriano del Río (3º, manso; y 5º,
bueno) y uno de Toros de Cortés (1º,
condenado a banderillas negras).
Juan
José Padilla, saludos tras leve petición y aviso / silencio
Julián
López “El Juli”, saludos tras leve petición y aviso / dos orejas
Miguel
Ángel Perera, palmas tras aviso / silencio.
Incidencias.- Más de
tres cuartos. Puerta Grande para El Juli.
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