El torero de plata, Raúl Corralejo Muñoz, mediante su
cuenta personal de Facebook nos hace saber su decisión más importante y
meditada.
Esta tarde 26 de abril de 2015
en la plaza de toros del Descubrimiento de la localidad onubense de Palos de la
Frontera, dirá adiós a una de sus pasiones “Los toros”, será su despedida
activa de una profesión que ama, defiende y adora. Un adiós que será un hasta
siempre, o al menos que podamos disfrutar en alguna ocasión de buen saber y
entender de este tan difícil y complicado mundo del toro.
Reproducimos
a continuación sus palabras integras de su cuenta personal de Facebook.
Las
decisiones más importantes deben ser meditadas con frialdad, sinceridad,
hombría, con confianza y seguridad. De no ser así… no podrás ser feliz.
Recuerdo
todos y cada uno de los momentos donde tuve que tomar alguna decisión
importante… casi siempre me salió bien, creo que acerté. El tiempo me dio la
razón.
Para
muchos, la razón es tener éxito material… para mí, la razón es el
reconocimiento personal a tu decisión. El respeto, el cariño y la admiración de
todas las personas que me lo han demostrado, me ha hecho sentirme plenamente
feliz en mi profesión.
Los
momentos amargos… los agradeceré siempre, sin rencor a un animal que me dio
todo lo que tengo y me hizo disfrutar muchísimo creando arte. Están para
defenderse, criados para luchar por su vida, animales honorables que pasan a la
historia recordados por muchas personas… el toro bravo, es sin duda, el animal
que, sin necesidad de vestir una toga, es el juez por excelencia… nos pone a
todos en nuestro sitio. Nos da lo que merecemos y nos quita lo que no
merecemos.
Me
siento afortunado de haber podido forjar una personalidad, quizás demasiado
dura, quizás demasiado intransigente, inflexible e incorrupta. No me pesa, si
así me hice fue porque era la forma de vida que más se asemejaba a mi
educación.
Me
llevo la satisfacción de haber podido vivir en torero, de haber conocido
vivencias únicas en el mundo del toro, la tranquilidad de haber sido yo, de
haber llevado, hasta las últimas consecuencias, unos ideales, unos valores…
Aprendí
que el vestirse de luces, es algo más que un trabajo, es un rito… ese traje que
tanto reluce, con sus brillos, sus bordados, colores… es tan solo la desnudez
más pura del hombre. Es el traje del miedo, el traje de la creación artística,
el traje de la sinceridad, el traje de las alegrías, el traje de los
sinsabores, de la sangre y las lágrimas… a veces… es hasta el traje con el que
morimos.
Conocí
muchos compañeros de viaje, quizás más de la cuenta… sí, más de la cuenta… no
me cuesta reconocerlo. Conservaré los que merecen la pena de verdad, esos que
siempre sacaron la cara por mí, esos que nunca agacharon la cabeza al oírme
decir una verdad incómoda a otros, esos que se sintieron y me hicieron sentir
torero en una plaza de toros, esos que siempre estuvieron a mi lado en los
momentos que los necesité…
A
los aficionados que he conocido a lo largo de toda mi carrera, a todos, mis
respetos, mi reconocimiento, admiración y gratitud por el trato que siempre
recibí. Mi misión siempre ha sido el servir profesionalmente, a los matadores
con los que he estado a sus órdenes y si he podido hacerlo de la forma más
lucida posible para haceros sentir bien y disfrutar, pues ya estaba premiado.
Mi
familia merecen este descanso… es difícil reunir a tus hijos y con la mayor
serenidad emocional posible, decirles, “esta es la última vez que papá vestirá
de luces”, más duro aún, conservar la calma al ver sus caras, su incredulidad,
su no entender por qué, sus ojos húmedos, el intentar decir algo que haga que
su padre cambie su decisión… Ver como se entristecían y mantenían ese silencio,
tan difícil de conseguir en ellos… mi mujer, padres, abuela… ya se acabó. No
sufriréis más por mí, por ver cosas que consideráis injustas hacia mí. Ya no
más.
Ahora,
solo deseo que mañana podáis sentiros orgullosos de mí, que me comprendáis, que
me respetéis, no me hacen falta palabras, ni gestos, ni lágrimas… Solo quiero
descansar…
Son palabras de un torero, de
un hombre, de un esposo, de un padre, de un hijo, de un ser humano cabal,
sincero y sin rencores. Raúl tu decisión será respetada, por todos aquellos que
desean tu bien y aquellos que no, que …
Suerte Torero.
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