La tarde homenaje de Enrique
Ponce por sus 25 años de alternativa, no llegó a redondearse como hubiese deseado
el propio torero y el público que se dio cita en el coso de la Vega Larga, coso
que le obligo a saludar al finalizar el paseíllo con una calurosa ovación, en palmas por Huelva. El
de chiva indicó a sus compañeros de cartel que se unieran a esa ovación.
Seguidamente el coso de La Merced y el Ayuntamiento de Huelva, en nombre de
toda la ciudad le entregaban una carabela de plata como reconocimiento a esos
veinticinco años, le hicieron entrega del trofeo Carlos Pereda por parte de La
Plaza de Toros de Huelva y Gabriel Cruz, Alcalde de la Ciudad en nombre de
todos los onubenses.
Y ahí quedo, porque el lote no
fue de todo lucido y tan solo logró un trofeo, Morante que se le vio muy
dispuesto toda la tarde, no pasó de las ovaciones, mientras que el torero
Alicantino, José María Manzanares se llevaba la tarde, los trofeos y la Puerta
grande.
Llegaba a Huelva Manzanares entre una multitud que
aclamaba su presencia y deseosos de hacerse una foto, que le firmara un
autógrafo o que le lanzara una sonrisa, y Josemari no defraudó, ni en las atenciones,
ni el resultado artístico. Tres fueron las orejas que se llevó en el esportón,
ante dos antagonistas muy distintos, un primero más colaborador ante el que el alicantino,
dejó los mejores pasajes de sus actuaciones, enjareto una faena por ambas
manos, rematada con una estocada soberbia. En el que cerraba plaza, un toro
huidizo y que le hizo recorrer el ruedo en su busca, término haciendo la faena
donde el toro se sentía cómodo y embestía con nobleza. Se volvía loca la grada
ante la composición y el muletazo del alicantino que dejó hasta el último
aliento en el coso mercedario para no defraudar a sus seguidores, cerrando su tarde con otra extraordinaria estocada.
Estuvo Ponce estuvo toda la tarde con ganas, disposición y comprometido
con Huelva y sus aficionados, y ello le llevo a luchar contracorriente ante unos
enemigos que no le permitían el lucimiento deseado. A pesar de todo no se
aburrió y extrajo lo bueno que tenían los pupilos de JuanPedro, que a las
primeras de cambio tomaban las de Villadiego.
Morante que se
llevó toda la semana comprobando el estado del ruedo y hasta el día de hoy en la
mañana hacía la última visita, encontró el punto de agrado para dibujar los
lances de capote más bellos de la tarde, verónicas de ensueño, cadenciosas y
pausadas, chicuelinas, delantales y medias de cartel de toros, pero no quedó
ahí la cosa, se gustó también en la muleta y dejo destellos del mejor Morante,
le falto toro con transmisión para que las faenas fuesen a más, pero lo que está
seguro, es que todo el que haya venido a ver a Morante, salió contento de la
plaza.
Ficha
del festejo
Ganadería de Juan Pedro Domecq, el quinto bis de la
misma ganadería, bien presentados y variado juego.
Enrique
Ponce, ovación / oreja
"Morante
de la Puebla", ovación tras aviso / ovación tras petición
José
María Manzanares, dos orejas / oreja
Incidencias.- Tres
cuartos de plaza.
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