Resultó herido “muy grave” en la corrida nocturna del pasado
lunes en Castuera y sufre fracturas musculares
y óseas que le obligan a reposar.
Andrés
Romero no podrá contar en lo que resta de temporada con Guajiro, el caballo estrella de su
cuadra, que resultó cogido "muy grave"
en la corrida nocturna del pasado lunes en Castuera. La cornada que le infirió
el toro de Jandilla que hizo segundo en el lote del jinete onubense le ha
provocado a Guajiro "la fractura del músculo vasto lateral
del cuadriceps femoral y del trocante mayor del femur de su pata derecha",
según han confirmado las pruebas radiológicas y los diferentes exámenes
veterinarios a que ha sido sometido desde que llegara a Huelva ayer martes.
Guajiro sufrió una herida por
asta de toro de 15 centímetros de entrada en piel y otros 25 centímetros de
profundidad, lo que le ha provocado también la pérdida de masa ósea. Según Javier Bomba, veterinario de la cuadra
de Andrés Romero, "la cornada ha
sido muy grave, pero incluso así podemos decir que el caballo ha tenido suerte,
ya que por unos centímetros no se ha llegado a fracturar el femur, lo que hubiera
sido fatal". En este sentido, el estado del animal ahora es "estable y fuera de peligro, aunque el
riesgo no desaparecerá del todo hasta que no transcurra, al menos, una semana.
De momento, cada día que pasa juega a su favor", afirma el
veterinario.
Como consecuencia de estas
heridas, Guajiro se pierde lo que resta de temporada, ya que debe permanecer en
reposo absoluto, al menos, durante tres meses como mínimo, aunque Javier Bomba se reconoce "optimista" con respecto a la posibilidad
de que el caballo se recupere totalmente de estas lesiones. "Le hemos sometido a un tratamiento
conservador. Hemos evitado intervenirle, pero su reposo tiene que ser ahora
total. Le estamos aplicando antibióticos para evitar infecciones y le vamos a
someter a un riguroso seguimiento radiológico con pruebas cada quince días para
ver su evolución", explica el veterinario.
La cogida sobrevino durante el
tercio de banderillas del quinto toro de la noche del pasado lunes en Castuera.
Tras clavar tres banderillas y elevar al máximo el nivel de intensidad de su
faena y de su conexión con el público, Andrés Romero, que buscaba triunfar y
salir a hombros junto a sus compañeros de cartel, intentó una última pasada
antes de retirar a Guajiro de la plaza. El toro de Jandilla le sorprendió arrancándose
con una violencia que no había manifestado hasta ese punto de la faena y
alcanzó al caballo con un certero derrote y le metió el pitón. "Enseguida supe que la cornada era
grave y que podía haber alcanzado el hueso. Además, los gestos de dolor de
Guajiro eran evidentes. Nos preocupamos mucho y no dormimos en toda la noche. Sólo
cuando confirmamos que no tiene el femur partido respiramos algo aliviados, pero
la verdad es que el desvelo lo vamos a tener hasta que veamos que la recuperación
es total", reconoce el torero de Escacena del Campo. "Evidentemente, Guajiro ya no toreará
más en lo que queda de temporada. Es un contratiempo para mí porque es un
caballo esencial en mi cuadra y, además, estaba en su mejor momento del año.
Pero, por suerte, se podrá recuperar y ahora todo va encaminado sólo a
eso", explica.
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