Exitosa jornada de reflexión
sobre raíces, argumentos y futuro de la Tauromaquia en Córdoba.
La jornada “Tauromaquia en
Córdoba: ecología, turismo cultura y derecho”, celebrada ayer en la sede de la
fundación Cajasol en Córdoba, concitó a expertos en estas cuatro áreas que pusieron
de relieve los argumentos y las bases en las que se sustenta la
Tauromaquia, así como su vigencia y arraigo en la sociedad.
El acto inaugural corrió a
cargo del Subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, la delegada de la
Fundación Cajasol en Córdoba, Gloria Ruiz, y la coodinadora de la Semana
Cultural Taurina, Laura Ruiz.
A continuación tuvo lugar la
primera de las mesas redondas en la que se habló sobre el patrimonio genético
del toro. Rocío Pelayo, investigadora del grupo MERAGEM, expuso los resultados
del su estudio, realizado conjuntamente por la Universidad de Sevilla, el
Departamento de Genética de la Universidad de Córdoba y el Departamento de
Investigación del SERIDA, en cuál se pone de manifiesto, tras haber realizado
una comparación genética con 47 razas bovinas europeas, africanas y españolas,
que la información genética que aporta el toro de Lidia, a través del cromosoma
Y, hace única a esta raza en el mundo. Una riqueza genética que instó a
conservar para “evitar la desaparición de castas y encastes”. Luis
Miguel Parrado realizó un recorrido histórico sobre las distintas ganaderías de
lidia que han pastado y pastan hoy día en la provincia cordobesa. Así expuso
Parrado que en Córdoba está el origen del encaste Pedrajas o de la ganadería de
Carlos Núñez, hablo de los Satillo de Moreno de la Silva, de Miuras, Arranes,
Murubes, Contreras y Veraguas, entre otros, y, cómo no, de los Santa Coloma de
Álvaro Martínez-Conradi. Para hablar de estos últimos estaba en la mesa uno de
sus criadores, Pepe Martínez-Conradi, quien acompañado por Carmelo López,
creador junto a 12Frames de la serie documental Paisaje Herrado, expusieron el
concepto ganadero de la familia y las dificultades que implica ser ganadero de
bravo. Todo ello quedó fielmente reflejado en el capítulo de Paisaje Herrado
sobre la ganadería de La Quinta que se proyectó, previó a la intervención de
ambos.
En la segunda mesa se habló del
toro como generador de turismo. Juanma Lamet, periodista de Expansión, expuso
los datos económicos del toro. Así, puso de relieve datos como los casi 200.000
empleos que genera la Tauromaquia en España, cómo "el turismo y la
hostelería obtienen, gracias al toreo, más de 1.600 millones de euros al año”,
explicó que "por cada euro invertido en una entrada, se generan 2,3 €
para la economía local", o cómo "frente a los 25,5 millones de
euros que percibe la tauromaquia del conjunto de administraciones, ésta aporta
al Estado, sólo en IVA, 45 millones de euros", tras lo que concluyó en
que, por todo ello "La Tauromaquia es la disciplina cultural más
rentable para el Estado". La directora de los Museos Municipales,
Mercedes Valverde, puso de relieve los antecedentes históricos del toreo en
Córdoba desde su origen en los juegos de cañas hasta nuestros días. En este
recorrido habló del origen del Museo Taurino y sus remodelaciones, así como del
proyecto en marcha para su enriquecimiento. Jesús Orcaray, del GDR Medio
Guadalquivir, explicó la apuesta por la Ruta Taurina "De Manolete a El
Cordobés", un proyecto para generar economía a través de “unos recursos
que tenemos, que están ahí, y que tenemos la obligación de aprovechar”.
En la tercera mesa se habló de
los nexos entre el toro y la gastronomía cordobesa. En ella Rafael Jordano,
Director Cátedra de Gastronomía Andalucía UCO, explicó los beneficios de la
carne de toro de lidia y asoció a cada uno de los cinco Califas un plató típico
cordobés: a Lagartijo con el rabo de toro cordobés, a Guerrita con el
salmorejo, a Machaquito con el flamenquín, a Manolete con el pastel cordobés y
a El Cordobés con el arroz cordobés, conocido comúnmente como perol. El
cocinero Juanjo Ruiz habló de las semajanzas entre gastronomía y tauromaquia. “Ambas
son disciplinas efímeras en su ejecución y en su concepción que se ven
influenciadas por otras expresiones artísticas y culturales” explicó Ruiz.
El cocinero puso el acento en que debemos “transmitir la importancia que
supone cocinar bien la carne de toro de lidia para ayudar a preservar todo lo
que en torno a ella se mueve, dehesa, economía, turismo, etc... ya que la
gastronomía tira de los productos agroalimentarios de nuestra provincia” lo
que a su vez “despierta el interés de los visitantes que vienen a Córdoba y
que se decantan por aquellas elaboraciones tradicionales que llevan rato de
toro frente a otras que no, es como si de alguna forma le añadieran un
valor añadido al plato”. Estas palabras fueron subrayadas por el presidente
de la Cofradía del Rabo de Toro Córdobés quien cerró la mesa explicando el
origen de esta cofradía, su importancia para atraer el turismo gastronómico a
Córdoba, así como los futuros eventos que realizarán con este fin.
La cuarta mesa de la tarde giró
sobre la ética y la estética de la corrida de toros. Para el filosofo y
escritor Santiago Navajas “la corrida de toros suscita reflexiones sobre la
verdad y la belleza” y señaló el papel del crítico taurino quién remarcó “no
debe permitir que este arte se convierta en fraude”. A este respecto Víctor
J. Vázquez, productor y guionista del Brau Blau, destacó que “la
tauromaquia es pura modernidad artística” pues es ejemplo del paradigma de
la verdad en el arte. En él “el artista se define a través de su creación”,
“necesita crear para vivir” y “el riesgo es el eje de este arte
sublime”.
En la quinta mesa se abordó el
derecho de ser taurino. Víctor Vázquez, en calidad de profesor de Derecho
Constitucional de la US, declaró al respecto que “La prohibición del acto y
del arte de torear es una censura. La censura casa mal con la modernidad y no
tiene cabida en la Constitución” y admitió que “hemos llegado tarde a
construir un discurso jurídico, ahora solo cabe la defensa”. Sobre el
recurso al Tribunal Constitucional de la prohibición de las corridas de toros
en el Parlamento catalán explicó que éste no se resolverá en un clima político
convulso como el actual y cabe por tanto esperar. Igualmente señaló que el
mismo está basado en las competencias autonómicas y no “desde la perspectiva
de las personas” esto es, hacer ver que lo que se reivindica es “la
libertad de los toreros de marcar su destino y el derecho del taurino al libre
desarrollo de su personalidad”. Vázquez destacó que esto hubiera servido
para argumentar con mayor solidez ya que “la mayoría de un Parlamento no
puede cercenar derechos fundamentales”. El catedrático de derecho
administrativo Juan Antonio Carrillo Donaire expuso la necesidad de unirnos
frente a los distintos ataques que estamos recibiendo y no cesan “no cabe la
lucha penal, pero hay que denunciar porque somos un minoría perseguida contra
la que ese está empleando un lenguaje del odio”. Por esto instó al
aficionado a encabezar esta defensa ya que “es el único que no tiene
intereses creados sobre ello”.
En la sexta y última mesa de la
jornada Saúl Jiménez Fortes y Carlos Núñez reflexionaron sobre la situación de
los toros hoy. El diestro explicó que “me dedico a esto porque es el idioma
en el que me expreso y porque quiero hacer sentir lo que a mí me han
transmitido cuando he visto torear” y reconoció que hasta hace poco
“los toreros no éramos plenamente conscientes de la situación que atravesamos”
pero por eso mismo “debemos explicar porque una persona que no ha ido a los
toros debe ir. La comunicación es fundamental”. Esto fue subrayado por
Carlos Núñez quien explicó que la comunicación, junto a la defensa jurídica,
son las bases sobre las que se asienta la creación de la Fundación del Toro de
Lidia, que nació de la voluntad de 33 ganaderos que aportaron la financiación
necesaria para ello, tras lo cual se ha intentado darle una estructura sólida,
externalizando el desempeño de ésta labor en profesionales de sector jurídico y
de la comunicación.
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