El joven novillero francés Andy
Younes cortó hoy las dos orejas del sexto novillo del festejo inaugural de la
feria de Pentecostés de la ciudad francesa de Nimes, en el que también dejó
impronta la torería del sevillano Pablo Aguado.
FRESCURA, VALOR Y TORERÍA
Una terna internacional, con
novilleros de España, México y Francia, ha inaugurado la Feria de Pentecostés
de Nimes. Andy Younes cortó las dos orejas de un encastado novillo de Parladé,
Pablo Aguado hizo un alarde de toreo caro y Leo Valadez dio un recital de
voluntad. El premio Capote de Oro quedó desierto.
Pablo
Aguado descorchó la tarde recibiendo a su primer novillo de
rodillas, en el mismo centro del Coliseo, con un emocionante saludo de capote
en el que los pitones le rozaron varias veces la hombrera.
La poca fuerza del de Parladé
hizo que la faena perdiera vibración en la muleta, donde el sevillano volvió a
demostrar su innata capacidad para templar los toros. Trasteo sin un enganchón,
de buen gusto y corte premiado con una ovación.
Si existen toreros de arte y
valor, Aguado se encuentra justo en el medio, en una perfecta combinación. Este
equilibrio volvió a demostrarlo ante el cuarto, un utrero que iba muy suelto y
al que el de Sevilla fijó en la muleta con una mezcla de firmeza y naturalidad
fuertemente ovacionada desde los tendidos. Si la espada hubiera entrado menos
tendida, habría cortado una oreja de ley.
El mexicano Leo Valadez tiene la virtud de atrapar
rápidamente la atención del público gracias a sus buenas maneras poniendo
banderillas y a su pundonor respondiendo a los quites.
Empezó la faena del segundo
novillo con un pase cambiado por la espalda en los medios y finalizó con
manoletinas de rodillas. Entre medias, al trasteo le faltó, quizá, algo de
acople.
La faena del quinto fue de más
a menos a medida que el de Parladé se fue apagando. Muy valiente Valadez, que
fue volteado dos veces en el epílogo del último tercio a causa de su
empecinamiento por triunfar. Enorme la voluntad del mexicano durante toda la
tarde.
El primero de Andy Younes fue un novillo sin fuerza,
agarrado al piso y muy molesto por pegar tarascadas. El francés anduvo
tremendamente firme, toreando entre los pitones, intentando sacar pases donde
no los había.
Cerró la novillada Younes con
un saludo capotero de alto voltaje, de espaldas y de frente, de pie y de
rodillas. En la muleta, derrochó valor ante un utrero encastado y de mucha
transmisión donde destacó el toreo a pies juntos. También fue volteado sin
consecuencias antes de matar de una magnífica estocada que le valió para cortar
dos orejas.
Ficha
del Festejo
Novillos de Parladé, de hechuras variadas y juego
dispar. El primero, noble pero justo de fuerzas; el segundo, noble y con
calidad; el tercero, sin fuerzas, protestón y agarrado al piso, pitos en el
arrastre; el cuarto, sin fijeza; el quinto fue de más a menos y terminó
parándose. El sexto, encastado y con movilidad, el mejor del conjunto. La plaza registró alrededor de un cuarto de
entrada
Pablo
Aguado, ovación y ovación tras aviso.
El mexicano Leo Valadez, ovación y ovación tras
aviso.
El francés Andy Younes, silencio y dos orejas.
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