Vicente Parra Roldán
De forma sorprendente, el 1 de agosto de 1.968,
Pablo Gómez Terrón se convirtió en matador de toros durante el festejo
celebrado en la Plaza Monumental de Barcelona en el que intervinieron la
rejoneadora Amina Assis y los matadores Dámaso Gómez y Gabriel de la Casa que
dieron cuenta de un encierro del Marqués de Domecq y de Maribel Ibarra.
El triguereño puso de manifiesto sus cualidades
toreras: valor, entrega, fe y arte además de su enorme caudal artístico. Se
lució toreando por verónicas al primero de la tarde, de nombre “Ganchillero” y
con el hierro del Marqués de Domecq, así como en un quite por chicuelinas
lentas y garbosas. Ya con la muleta, citó al toro para instrumentarle un
estatuario y el animal se lo llevó por delante.
Se fue al centro de la plaza y
aguantó la acometida de la res, logrando una estupenda tanda de pases con la
derecha que abrieron el camino de una faena vibrante, torera, valiente y ligada
y a la que puso remate de una estupenda estocada. Se le concedió una oreja con
la que paseó el anillo.
El que cerró plaza, un animal aplomadísimo y que se
defendió, Pablo Gómez Terrón lo toreó con la zurda, el lado menos malo del
animal, y logró algunos naturales espléndidos a los que puso remate con
ajustados y largos pases de pecho. Fue cogido y se levantó decidido para seguir
en la misma línea. Mató de un pinchazo, resistiéndose de una clavícula, y una
estocada, concediéndosele otra oreja.
Cuando Terrón había matado al último de la tarde, el
padrino de la ceremonia y director de lidia Dámaso Gómez, se acercó al
triguereño para ver si se encontraba lesionado ya que del revolcón sufrido
había salido con la taleguilla rota. Terrón le dio un manotazo a la vez que
rehuía el examen; luego quiso rectificar y encontró igual disposición en el
madrileño, por lo que Terrón quiso pegar a Dámaso Gómez y saltar la barrera
para hacer lo mismo con el apoderado del madrileño que le había afeado su
conducta.
Solventada la cuestión, el triguereño paseó el
anillo y exhibió su oreja, entrando en la enfermería donde se le apreció
fractura de la clavícula derecha, siendo calificado su estado como reservado.
Amina Assis tuvo una actuación irregular por lo que,
al concluir, se dividieron las opiniones. Cruz y cara para Dámaso Gómez que, si
no pudo lucirse con su primero, logró en el otro una faena excelente por la que
le concedieron las dos orejas. Por su parte, Gabriel de la Casa llevó a cabo
una faena pinturera a su primero que le sirvió para cortar una oreja mientras
estuvo discreto en el otro aguantando las asperezas del animal.
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