Escribano y Ramírez de Arellano
explican los vínculos entre el toreo y la afición en Cajasol
Esta nueva edición de los Mano
a Mano volvió a llenar el Teatro Cajasol
El matador de toros Manuel
Escribano y el consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía,
Antonio Ramírez de Arellano, han protagonizado esta noche una nueva edición de
los Mano a Mano de la Fundación Cajasol, en concreto la número 48 de estos
encuentros culturales que se celebran en Sevilla y que volvieron a llenar el
salón de actos de la Plaza de San Francisco con la asistencia, entre otros, del
maestro Curro Romero, para quien fue la primera ovación de la tarde, o el
articulista Antonio Burgos.
Esta cita ha abordado la
relación entre el toreo y la afición como tema central, aunque en ella se
ahondó también en la carrera de Escribano y en la afición por la tauromaquia de
Ramírez de Arellano. El encuentro fue conducido por el director de ‘Toromedia’,
José Enrique Moreno.
Fue precisamente el presentador
quien explicó que el término afición se emplea para designar al amplio grupo de
seguidores de la tauromaquia -se dice que son aficionados a los toros- pero
también para definir la vocación y dedicación de los toreros, de ahí que del
torero que se vuelca en su profesión se diga que tiene mucha afición.
No obstante, antes de entrar en
materia, Ramírez de Arellano aseguró afrontar con enorme naturalidad la segunda
oportunidad en la que hablaba de toros en público. “La primera fue aquí mismo
en un homenaje a Curro Romero”, recordó. “Es una pena”, dijo, “que al que habla
de toros se le califique como valiente, pero es el momento que nos ha tocado
vivir”. Al respecto, Escribano añadió “que el toreo nunca ha sido ni de
izquierdas ni de derechas, pero declararse hoy día taurino ocupando un cargo de
responsabilidad es un acto de valentía”.
Centrados ya en el tema de la
afición, el consejero de la Junta aseguró que “son los aficionados los que dan
ese carácter democrático a la fiesta”, mientras que para el torero de Gerena la
afición fue el “sustento en los años en los que menos toreaba”. Hablando de su
experiencia, Arellano recordó haber visto al Viti torear en Plasencia y
disfrutar en su niñez de la estampa del toro en el campo sin que aquello le
generara rechazo alguno. “La afición consciente”, dijo, “me llegó con mi primer
sueldo, con el que me hice socio del Real Betis y me compré una entrada para
ver a Romero, Espartaco y Ojeda”. Y desde ahí a la actualidad en que guarda
amistad con distintos toreros, de los que destacó “su inteligencia y esa
intuición que puede parecer inconsciente para resolver en cuestión de segundos
delante de la cara del toro”.
“Pero eso”, irrumpió Escribano,
”es fruto del trabajo diario, del toreo de salón, de la preparación física y,
por supuesto, del valor. Con todo, una de las virtudes que debe tener un
aficionado es saber escuchar a los profesionales y eso lo tiene Antonio, además
de saber apreciar la pureza y la verdad del torero”.
Sobre la reciente Feria de
Abril, confesó Arellano haberse emocionado con Escribano en uno de los tercios
de banderillas que protagonizó en la corrida de Miura a los sones del pasodoble
‘Dávila Miura’, para recordar después sus triunfos ante el miureño ‘Datilero’ o
el indulto del victorino ‘Cobradiezmos’ y, cómo no, los momentos duros como el
percance de 2016 en Alicante.
En ese punto, recordó Escribano
sus primeros años como matador de alternativa en los que estuvo parado casi una
década. “Ese parón fue más duro incluso que las cornadas, que ésas se curan en
unos meses, pero en 2013 llegó la ocasión de sustituir al Juli en la de Miura y
a partir de ahí fue una vuelta a empezar y a disfrutar de la profesión hasta
que llegó la cornada de Sotillo de la Adrada. Salí de aquello, llegó el indulto
de ‘Cobradiezmos’ y después otra vez la cornada de Alicante… Mi carrera es casi
una montaña rusa”.
La Universidad y la política
también aparecieron, cómo no, en la animada tertulia. Sobre la primera y su
relación con la Real Maestranza, Arellano, que fue rector de la Hispalense,
aseguró que es garantía de una enorme riqueza cultural. Sobre la segunda, puso
como ejemplo lo que ocurre en Francia, “donde todo se hace por y para la
afición sin que los políticos entren para nada en el mundo de los toros”.
“Los toros”, concluyó el
consejero, “no deberían de entrar en el debate político”, aseveración que contó
con el apoyo de Escribano y del público que aplaudió con fuerza sus palabras.
La referencia a la indudable
vertiente económica y cultural de los toros, ensalzada por ambos protagonistas,
cerró este 48º Mano a Mano de Cajasol.
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