miércoles, 31 de julio de 2013

Jugar al Toro con Miguel Ángel Perera, en la Plaza de las Monjas. II Clase Magistral de Toreo de Salón

Plaza de Toros de La Monjas, Huelva, como único espada, Miguel Ángel Pereda, en el ruedo de la plaza habilitada a tal efecto, lo mas pequeños, para jugar y disfrutar del toro, en la II Clase Magistral de Toreo de Salón. 
La Banda de música, con pasodobles toreros, amenizan la tarde y los cambios de tercio de la lidia.
Un acto organizado por la Plaza de Toros La Merced, en colaboración con instituciones públicas y privadas. 
Una Plaza de toros improvisada para ver y sentir de cerca el toreo, con los mas pequeños, como protagonistas, el futuro de la Fiesta. 
Nos narraba Miguel Ángel sus comienzos, sin tener ningún arraigo torero, ni familiar ni cercano, por la zona donde vivía. Un zona, la Puebla de Prior de secano, cultivos y arboledas. Nos comentaba que sus inicios jugando al toro fue con sus hermanos, donde imaginaba una corrida de toros y la desarrollaba jugando con su hermana, que era su fiel colaboradora. No imaginaba, por aquel entonces donde podría llegar y mucho menos, de donde él era, en llegar a tomar la alternativa. Hoy sus sueños de niño son toda una realidad, es Matador de Toros y ocupa uno de los primeros puestos del escalafón.

Nos enseña las suertes del toreo. El Capote, como recibir al toro de capa en los primeros lances de la lidia. En el ruedo, atentos, Alejandro, Antonio, Manuel, Luis, Raúl, y otros tantos pendientes a las enseñanzas del Maestro. El toreo a la verónica,  dar medio pecho, echar el capote adelante, cargar la suerte, acompañar el viaje del toro con las manos y la cintura y vaciar la embestida. 
Y nos decía, los toreros si las circunstancias lo permiten es ir ganando terreno al toro, yendo hacia delante, sacando al toro a los medios. Y  cuando el torero intuye que es hora de rematar, porque el toro así te lo pide, lo remetas con una revolera o con una media, juntando las dos manos detrás de la cadera.

El turno de los más pequeños, que nos muestran su destreza con la capa, y se escuchan los primeros olés de la tarde, unos niños que disfrutan y viven la fiesta de los toros. Aplausos en las improvisadas gradas de este ruedo. Una tarde que todos recordaran y mucho tardaran en olvidar. Podrán contar a sus amigos, Yo Toreé con Miguel Ángel Perera. 

El turno de la muleta, la pañosa, que tanto da y tanto quita, en tardes importantes. Hoy es tarde de disfrutar y vivir el toreo Magistral de salón de un grande de los Ruedos. Un Miguel Ángel, cercano, humano, sencillo y comunicador. Nos indica, que cada torero tiene unas herramientas diferentes, en cuanto a peso, tamaño y composición. Un torero alto como el con una muleta pequeña, quedaría ridículo, igual en el caso contrario, muleta grande torero pequeño. 
En la medida justa de cada uno y sintiéndose cómodo con los trastos, que son tus armas de defensa, frente al toro. El algo muy personal y cada uno tiene su medida de capote y muleta. 
Nos narraba , que una vez tenemos la muleta en la mano, el brindis siempre al presidente en el primer toro de la tarde. En ese momento imaginas o intuyes tu faena. Te colocas frente al toro, a la distancia que crees la adecuada para que el toro se arranque. Y realizas la faena en función de las condiciones del animal y por el pitón o pitones mas potables del burel.  Te cololas, le das el medio pecho, la muleta de atrás adelante, le gusta despacio, para hacer las cosas con temple. Giras los talones si el toro te lo permite, y acompañas con el pecho, las manos, la cintura, con la muleta siempre colocada, pases en redondo, rematado con un pase de pecho, que, de lo que se trata, es de coger el toro por delante y darle salida. Fuerte Ovación.

Al Finalizar la clase, el Maestro Miguel Ángel Perera, se hizo fotos y firmo capotes y muletas a los asistentes. Al tiempo que tuvo un detalle con los asistente regalandoles un libro suyo Titulado "Miguel Ángel Perera 2008 para la Historia" de Alfonso Santiago, a todos aquellos que se acercaron en la tarde de ayer al improvisado coso de La Plaza de las Monjas.
Sin duda alguna una tarde para el recuerdo, una tarde para la memoria, una tarde para la afición, una tarde para ellos, los más pequeños, el Futuro de la Fiesta. 

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