Informa Vanitatis.- El pasado fin de semana, el
diestro Ortega Cano acudió en compañía de su mujer, Ana María Aldón, a una
novillada sin picadores en la plaza de toros de Benidorm coincidiendo con las
fiestas locales. Ortega Cano fue el organizador del evento y participó
activamente en el mismo. El propio ex-torero, en conversación con Vanitatis,
confirma la buena marcha de las negociaciones. "El toro ha sido muy
importante en mi vida y lo seguirá siendo", asegura. Quizás sea este el
motivo de su regreso a las plazas, pero no como matador de toros, sino como
gestor e impulsor de las mismas. Es el mismo trabajo que desarrollan otros
colegas como Francisco Rivera, quien gestiona las de Ronda y Las Rozas.
La plaza de toros de Benidorm
ha estado clausurada por una deuda. La idea es hacer festejos menores:
novilladas picadas y festejos sin picadores. La manera de hacerla rentable será
contratar a novilleros muy baratos y para eso Ortega lo tiene fácil por los
contactos que atesora dentro del mundo del toro. Como es un lugar sin tradición
taurina, la intención es movilizar al turismo aficionado a la Fiesta para que
llene la plaza. El caso de Plasencia es diferente, porque es tierra de toros.
Allí se celebrarían festejos mayores.
José Ortega Cano dio un giro a
su vida desde que el pasado verano decidiera vender su finca Dehesa Yerbabuena,
la yeguada y la ganadería de toros de lidia a la empresaria peruana Rocío
Leonor Torres Carcasi por una cantidad cercana a los 8 millones de euros.
Ahora, el ex-matador tiene liquidez y busca nuevos negocios. Algunas fuentes
cercanas al que fuera torero aseguran a Vanitatis que Ortega Cano, tras varios
meses de reuniones y negociaciones con empresarios y apoderados e incluso
algunos toreros, podría convertirse en pocos días, salvo algún imprevisto, en
el nuevo gerente de las plazas de toros de Benidorm, con capacidad para casi
10.000 personas, y de Plasencia, con aforo para 6.200 personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario