domingo, 8 de septiembre de 2013

MORANTE ETERNO EN RONDA

Y llego Ronda y con el Morante. Y llego la Goyesca y con ella el duende de la Puebla. Y sonaron clarines y en el vuelo de capote de Morante sonaban timbales celestiales. 

Y los cambios de tercio , y las suaves arenas del coso Rondeña, eran testigos del pisar de un torero eterno, único, inimitable e inigualable. 

Sus muñecas se mecían al son del compás del burel, hondura, sentimiento y pellizco, engranados en su zurda, mostraban a su oponente cual era su camino a seguir. Naturales que aun sueñan nuestros antepasados, naturales que imaginan en sueños nuestros abuelos, naturales que dibujan en sus memoria nuestros padres y naturales que un torero de la Puebla del Río, mostró al Mundo, para soñar, dibujar y recordar. 

Basta un instante, un suspiro, un quejio, un lamento, un sentimiento, para que todos estén deacuerdo. 

Un solo torero, seis Toros, miles de retinas en su figura. Y basto un instante para acallar cualquier duda. Morante de la Puebla estaba en Ronda y Ronda estaba en Morante de la Puebla. 

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