domingo, 5 de octubre de 2014

Urdiales, Marín y Punto. Las Ventas.

Plaza de Toros de Las Ventas - Madrid.

Urdiales, Marín y Punto, con este escueto titular, podríamos resumir la tarde de hoy en en coso de la calle Álcala. 
Llegaron los de Adolfo, cornipasos, cornivueltos, cárdenos y sin excesos de kilos, no es necesario mamut para un toro con trapío. Tan solo el sexto pasó de los 500 kilos, y su presencia era de callar bocas. 


Una oreja de muchísimo peso se llevó en su esportón el riojano Diego Urdiales del encastado segundo, al que enjaretó una faena templada de mucha enjundía y con despaciosidad. Fue capaz de domeñar la embestida del Adolfo que pedía estar firme y decidido en todos los terrenos y a rajatabla lo llevó hasta el final, matándolo de forma magistral.
En el segundo de su lote, un extraño antes de llegar a rematar en el burladero hace que el toro se abra de manos y patos como haciendo un spagat de gimnasia rítmica que rompe al toro y ha de saltar al ruedo un sobrero del Puerto, pesado, grandón y sin ningún fondo, buscando la huida en todo momento. Una desilusión en la grada, en la tarde y en el torero, que veía como se le cerraba la puerta grande que tenía media hoja abierta. Culminó con una estocada fulminante y escuchó una cerrada ovación. 

Un lote desigual se llevó el catalán Serafín Marín que quería dejar su sello personal en esta tarde en Las Ventas, un sello que tiene destinatario y remitente. Al primero de su lote mas informal que sus hermanos le faltó dar el paso adelante para meterse con él y luchar por conseguir ser escuchado. Hubo de saltar el sexto de la tarde para despertar al torero tras un descuido, que lo lanza por los aires sin consecuencias. Se embraguetó y sacó lo mejor de su tauromaquía al natural con la derecha sin la ayuda donde le recetó dos tandas muy jaleadas por el público de las Ventas. Hubo después otras al natural más sosegado y templado antes de recetarle un espadazo que llevo a asomar los pañuelos, pidiendo con fuerza la oreja, que paseo con tremenda felicidad. 

El que abría cartel no tuvo la tarde, estuvo un poco ausente en sus formas y en sus compromisos con el toro y con la tarde, le faltó embraguetarse más. El madrileño Uceda Leal que jugaba en casa, no paso del silencio de su primero al que estuvo intentando jugarle los brazos, en tandas sin mucho peso y que se fueron diluyendo sin que allí pasara nada.  Menos aún con el complicado cuarto al que casi matan en el caballo, donde recibió los dos puyazos más largos de la feria, se adueño en banderillas de la plaza y no dejó estirarse a Uceda ni una sola vez. Ni lo vio, ni se peleo, lo mató con celeridad y fue pitado. 

Ficha del Festejo
Toros de Adolfo Martín de buena presentación y variado juego, saltó un quinto bis de Puerto de San Lorenzo, descastado. Bravo y encastado segundo, enrazados primero y sexto, a menos el tercero, complicado el cuarto.

Uceda Leal, silencio / pitos
Diego Urdiales, oreja / ovación
Serafín Marín, silencio / oreja

Incidencias.- Rozando el lleno. Aplausos en el arrastre en el segundo y sexto.

Parte médico de Antoñares: "Contusión en hemotórax izquierdo y en tercio distal de tibia izquierda. Puntazo corrido en región subescapular derecha. Dolor a la palpación en tercio medio del gemelo interno de la pierna derecha. Todo ello pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado. Firmado: Dr. García Padrós".

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