Plaza
de Toros de Pamplona (Navarra)
El navarro Pablo
Hermoso de Mendoza fue el único jinete que logró cortar una
oreja en la corrida de rejones de los Sanfermines,
celebrada hoy en una plaza monumental convertida en 'horno' por el asfixiante
calor que reinó en Pamplona tras el estallido del chupinazo.
Un tórrido calor, que 'aplatanó' hasta al público que llenaba hasta los topes la monumental de Pamplona, condicionó notablemente el resultado de la corrida de rejones que, como todos los años desde hace más de tres lustros, se celebra en Pamplona tras el famoso "chupinazo".
Con la arena y los tendidos convertidos en un asfixiante horno, entre un constante e imparable agitar de abanicos, toda la lidia entró en un ritmo cansino y ralentizado.
Y es que la atorrante calima que reinaba sobre los tejados de la plaza pareció mermar incluso la vivacidad de los caballos toreros y, lo que es peor, asfixiar también las embestidas de unos toros que, por su excesivo peso, fueron los que más acusaron las extremas temperaturas.
En esa especie de "sauna" sanferminera, la corrida se saldó, contrariamente a lo que es costumbre, con el corte de una solitaria oreja que fue a parar a manos de Hermoso de Mendoza, el único de los tres jinetes que, con notable maestría, supo sacar partido de los voluminosos ejemplares del Niño de la Capea.
Un tórrido calor, que 'aplatanó' hasta al público que llenaba hasta los topes la monumental de Pamplona, condicionó notablemente el resultado de la corrida de rejones que, como todos los años desde hace más de tres lustros, se celebra en Pamplona tras el famoso "chupinazo".
Con la arena y los tendidos convertidos en un asfixiante horno, entre un constante e imparable agitar de abanicos, toda la lidia entró en un ritmo cansino y ralentizado.
Y es que la atorrante calima que reinaba sobre los tejados de la plaza pareció mermar incluso la vivacidad de los caballos toreros y, lo que es peor, asfixiar también las embestidas de unos toros que, por su excesivo peso, fueron los que más acusaron las extremas temperaturas.
En esa especie de "sauna" sanferminera, la corrida se saldó, contrariamente a lo que es costumbre, con el corte de una solitaria oreja que fue a parar a manos de Hermoso de Mendoza, el único de los tres jinetes que, con notable maestría, supo sacar partido de los voluminosos ejemplares del Niño de la Capea.
Crónica del Diario de Navarra.-
leer completo en: http://www.diariodenavarra.es/noticias/san_fermin/san_fermin_2015/2015/07/06/solo_hermoso_mendoza_saca_una_oreja_del_horno_pamplones_238265_3121.html
Ficha
del Festejo
Toros de El Capea (2º, 3º, 5º y 6º) y Carmen
Lorenzo (1º y 4º).
Pablo
Hermoso de Mendoza, silencio / oreja
Sergio
Galán, silencio / ovación con saludos
Roberto
Armendáriz, ovación con saludos / silencio
Incidencias.-
Lleno en los tendidos de “No Hay Billetes”.
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