Primera de San Fermín con tres jóvenes novilleros comprometidos con sus formas y sus seguidores.
Un nombre propio marca la tarde del cinco de julio, el peruano Andrés Roca Rey, que no salió por la puerta grande de Pamplona por la actitud del presidente, que se guardó el pañuelo hasta el último minuto.
Toda la tarde estuvo Roca Rey, metido en la lidia, tanto la de sus novillos, como en los de sus compañeros, no perdono ni un quite y demostró durante toda la tarde que este es su año y lo va a demostrar.
Tafalleras, chicuelinas, largas cambiadas, verónicas, todas las suertes de capa que puedas imaginar las dibujaba el peruano, sin mover un ápice las zapatillas de la movida arena que hoy presentaba el coso pamplonica. Una tarde a la que le faltó novillo y donde Andrés derrocho todo su sapienza torera, con cabeza, firmeza y buen trazo, la barbilla encajada, los riñones metidos y las muñecas rotas en pases de la firma, redondos, rucinas, naturales y desmayados. Nada dejó en el Hotel Roca Rey y todo lo dio en la Plaza en esta su presentación ante los navarros, que han demostrado que les gusta y mucho, las formas y el buen hacer del torero andino. Tan solo el presidente que estuvo cicatero ante la fuerte petición de trofeos en el sexto de la tarde privó a Roca Rey de salir por la Puerta Grande de Pamplona.
El extremeño Posada de Maravillas, se topo con un endeble primero al que no pudo enjaretar faena y a medida que transcurría la misma iba perdiendo fuelle e interés. Las tornas se cambiaron ante el buen cuarto donde se vio la mejor versión de Posadas, un torero roto y desgarrado, derramando la esencia extremeña en el ruedo pamplonica, todo quedo en nada por el uso de los aceros y dio una calurosa vuelta al ruedo.
El castellonense Varea, no estuvo fino en la tarde y a la falta de novillo para redondear le falto un poco más de chispa para agradar, lo mejor sus dos fulminantes espadazos, los dos en su segundo intento que dejaron sin puntilla a sus dos antagonistas.
Ficha del festejo
Novillos de El Parralejo, bien presentadas y de interesante juego, a los que le falto algo de fuerza.
Posada de Maravillas, silencio / vuelta al ruedo
Varea, vuelta al ruedo / palmas
Andrés Roca Rey, ovación / oreja con fuerte petición de la segunda
Incidencias.- Más de tres cuartos del aforo. Todos los actuantes hicieron el paseillo desmonterados en defensa de la Tauromaquía.
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