La segunda corrida de la feria de Málaga no dio el juego
esperado por el juego de sus astados, de
la ganadería de Martín Lorca. Cartel plenamente
malagueño por los 4
costados. A la corrida le faltó
raza, humillación y clase sobre todo.
La tarde fue para Salvador Vega que se llevó el mejor lote. A su primer toro lo recibió a
la verónica de rodillas, donde se gustó
el malagueño, recibiendo la primera ovación de la tarde. Posteriormente hizo un
quite muy ajustado por chicuelinas al que respondió Galán con otro del mismo tipo, pero diferente
interpretación por las diferencias en sus conceptos del toreo. Tras los quites
cogió a Fernando Rey junto a las tablas
recordando así la terrible cogida de
ayer a otro torero malagueño, Jiménez Fortes. Comenzó con un pase cambiado por
atrás tras brindar al respetable y tras unos pases de prueba, se vio claramente
que el pitón bueno era el derecho, por donde ejecutó pases de gran profundidad
con la muleta planchada. La estocada
cayó tendida y dio una vuelta al ruedo.
El comienzo de faena al segundo
fue sobre el pitón derecho pero por ahí el toro tenía poco fondo. De pronto y
tras un pase de pecho se echó la muleta a la mano izquierda, surgiendo lentos
naturales a ralentí. Comenzó un serie al
natural con la música de fondo repleta
de temple y ligazón, arrastrando las bambas de la muleta. Prosiguió por el
pitón menos bueno con un cambio sublime por la espalda y está vez lo toreó de forma más
profunda. Le dio muchos tiempos al toro pero otros estuvieron cargados
de magia malagueña. Con una estocada un punto contraria cortó la única oreja de
la tarde.
El segundo acartelado malagueño
era David Galán, hijo del recordado
Antonio José Galán, y al cual se parece cada día más en muchos detalles
personales y profesionales. No tuvo
David un lote malo del todo, pero tampoco fue bueno ni ayudó al triunfo.
De todas formas creo que le faltó cruzarse más y dar más sitio. David sacó toda la raza de los de Fuengirola y quería
triunfar. A su primero le echó raza y
valor poniéndolo todo de su parte sin que el de Martín Lorca le ayudara lo más
mínimo. Mató de estoconazo y hubo de usar el verduguillo en una ocasión, dando
finalmente una vuelta al ruedo tras la insistencia del público.
Al quinto lo recibió con la
capa con una larga cambia de rodillas seguida de unos bellos delantales. Estuvo
esta vez cumbre Javier Ambel con el capote, habiendo saludado ya en el segundo
en banderillas junto a Limón; y en este lo hizo Núñez tras un apurado tercio.
Se puso a llamar la atención del toro desde los medios dando saltos y
llamándolo ¡¡toro bonito!! A lo que el toro acudió con poca codicia y tras
intentarlo por ambos pitones toro y torero se acabaron aburriendo. Tras
proferirle una estocada caída recibió una cariñosa ovación.
Quien finalmente se estrelló
contra un muro de hormigón fue Fernando
Rey pues no tuvo opciones ante ninguno de sus dos toros. Es cierto que el
muchacho torea poco, que se le denota falta de rodaje y que a veces le faltó
acople con sus oponentes pero tampoco pudo hacer nada más. Al primero le expuso
y al segundo lo toreó cuando se dejó pero le falta aún mucho que madurar. Fue
silenciado en ambos.
Crónica de Conchita Rodríguez.
Ficha
del Festejo
Ganadería de Martín Lorca
Salvador
Vega, (sangre de toro y oro), vuelta tras aviso / oreja tras
aviso
David
Galán, (grana y oro), vuelta al ruedo / ovación con saludos
Fernando
Rey,
(azul pavo y oro), silencio tras aviso / silencio
Incidencias.- Casi
media plaza. Saludaron tras banderillear Javier Ambel y Raúl Limón en el segundo.
Álvaro Núñez hizo lo propio en el quinto.
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