sábado, 22 de agosto de 2015

Salvador Vega y Morante le escriben un soneto al toreo.

Plaza de La Malagueta. Toros de Núñez del Cuvillo para Morante de La Puebla, Salvador Vega y José María Manzanares. Lleno en los tendidos en tarde muy calurosa. Corrida mal presentada, chica y mal juego para los toreros, salvándose el segundo un toro con clase y noble.

Morante de Puebla (Verde y Oro): Bronca/Oreja
Salvador Vega (Corinto y Oro): Oreja/Ovación
José María Manzanares (Negro y Azabache): Silencio y silencio


Salvador Vega y Morante le escriben un soneto al toreo.

Volvió de nuevo el malagueño a escribir versos con la mano derecha, al igual que hiciera el pasado lunes. Sin pluma ni papel, con una muleta al viento y un ruedo en color albero, fue Salvador Vega construyendo un poema lleno de amor, romanticismo, heroicidad y temple al toreo. Cada muletazo se transformaba en verso, cada verso que salía de sus manos se transformaba en un muletazo lleno de belleza y empaque y así tanda tras tanda fue construyendo el poema que hoy hemos visto en La Malagueta, hasta llegar al final de sus versos con unos muletazos por bajos, que el mimo "Loren" los pintará en su próxima exposición.

Al poema escrito por Salvador Vega sobre el ruedo de La Malagueta, se le sumaron cuatro versos con un capote de ensueño, con dos muñecas de historia y un torero que las dibujo en el aire. Que forma de torear Morante con el capote, que lentitud, que torería, que empaque, que sueño hecho toreo de capote, hoy en Málaga.

¿Cuándo podremos ver una faena de comienzo a fin sólo con el percal?.

Las verónicas volaban como aquella Paloma que un día pinto el un genio llamado Alberti. Con la muleta la torería se apoderó del nacido en La Puebla y hubo detalles que fueron el epílogo del soneto. Un oreja, tras estocada al cuarto.

Poco más se puede decir de la corrida, un ganado poco colaborar, falto de casta y bravura saltó al ruedo, llevándose el peor de los lotes José María Manzanares. Faena de principio a la compuso el malagueño en el primer toro de la tarde.


Poco hombres son capaces de poder escribir un sólo verso, menos aún de unirlos de forma asonante o consonante, pero sólo dos son capaces de crear un soneto a la limón, lleno de clase, torería y temple, con un capote y una muleta. Sus nombres Salvador Vega y José Antonio Morante de La Puebla.

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